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Mostrando entradas de enero, 2022

El partido del campo

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Las declaraciones del ministro Garzón sobre la calidad, baja o pésima, según lo quieran ustedes, supusieron, a tenor de algunos analistas, el chupinazo de salida de la campaña electoral en Castilla y León. No sólo el chupinazo, porque, según otros sesudos observadores de la cuestión política, las declaraciones del ministro significaron el fin de la campaña ya que, según ellos, el PP gobernante, no tenía más que esperar a que llegase lo antes posible el día elegido, 13 de febrero, dado que Garzón le había, sin quererlo, le había hecho la mejor campaña posible. Unas semanas después, tenemos a los partidos de la derecha, de granja en granja, posando con ovejas, vacas o cerdos como estrellas en el photocall de un estreno cinematográfico y por su parte, a los de la ultraderecha  disfrazados de señoritos en la campiña, sin caer en la cuenta de que, con esas vestimentas, mitad señorito-chulapo mitad gangster, y esas sobreactuaciones regadas de testosterona, no logran más que, lamentablemente,

Respeto, ni más ni menos

  La semana pasada terminó con una triste noticia como es la muerte de Félix Ormazabal, alavés, dirigente nacionalista y primer consejero de Agricultura del Gobierno Vasco que destacó en su larga trayectoria política por su humanismo y por su fuerte apego al mundo rural y agrario por el que trabajó denodadamente y en el que impulsó diferentes medidas y estructuras que, una vez transcurridas varias décadas, han resultado vitales para su desarrollo. Personalmente no me tocó tratar directamente con él, pero, a lo largo de los años, he sido consciente que, aún habiendo dejado su responsabilidad institucional, el mundo rural ha tenido un fiel aliado en la persona de Félix. Como se diría coloquialmente, ha muerto uno de los nuestros, y desde el punto de vista sectorial, además del innegable punto de vista humano, es una noticia que nos apena porque hay que reconocer que, un momento tan delicado, tanto en lo económico como en lo social, con tantos interrogantes sobrevolando la actividad pri

Pocos y mal avenidos

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Desconozco si el ministro Garzón era consciente de la polvareda que iba a levantar con sus declaraciones en la prensa británica. Desconozco asimismo, si con un ministerio de perfil bajo como el suyo, lo único que pretendía era hacerse notar y así, estar en el candelero ante una “fashionaria” vicepresidenta Díaz que acapara todos los focos mediáticos. Desconozco, aunque lo pueda intuir, si algunos partidos de la derecha están sobreactuando conscientes de que este torbellino pueda venirles como anillo al dedo en las inminentes elecciones a la Junta de Castilla y León. Ahora bien, sé de primera mano, que el ministro Garzón ha abierto en canal, nunca mejor dicho, la cuestión cárnica situándola en el debate público y político, a la luz de los focos, con el riesgo previsible, que el debate acabe desenfocado en perjuicio, una vez más, del sector ganadero. Igualmente, constato que el ministro Garzón ha logrado aflorar la división que se encontraba latente en el propio sector ganadero y tod

El micro-ministro en un macro-charco

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  Tras el macro-descanso que me he tomado en mi labor gacetillera, vuelvo con el cuerpo descansado dado que no he asistido a ningún macro-botellón, la mente no tanto y con una carpeta de temas bajo el brazo de tal grosor que hasta tengo el brazo dolorido. Imagino que usted, querido lector, seguidor masoquista de este humilde juntaletras, habrá disfrutado del relajo mental de no tener que sufrir con mis filípicas semanales pero, recuerde el dicho aquel de “Qué poco dura la alegría en casa del pobre” y sintiéndolo por su equilibrio mental, no tengo más remedio que retomar la actividad agro-agitadora. Como decía, venía con la carpeta repleta de temas, que si la leche, que si la PAC, que si las movilizaciones, etc. pero, tal y como dicen los profesionales de la comunicación, la actualidad manda, y uno, que aún siendo juntaletras aficionado sueña con llegar a ser periodista profesional, no tiene más remedio que ceñirse a la actualidad que, lamentablemente, una vez más, viene marcada po