Un tiro en el pie
Mike Bidart, es un prestigioso
abogado californiano, nacido en los Estados Unidos, pero de ascendencia vasca,
más concretamente, de Euskadi Norte (la Euskadi presente en el estado francés)
que, junto con su esposa Jeanette y sus hijos, conforman una familia que, más allá
de los sentimientos, en su vida diaria nos demuestran lo fuerte que puede ser
el vínculo de una persona con la tierra y con la cultura que vieron nacer a sus
antepasados.
Lo conocí, recientemente, en una
visita de trabajo a las tierras vascas de Euskadi Norte, tras una cena, en la
que se nos acercó y entablamos una hermosa conversación que, no sé si a ellos,
pero a mí y a mis compañeros, nos dejó hondamente impresionados.
Tal y como me ocurre cuando conozco
a personas altamente interesantes, de las que te aportan y enriquecen, esa
noche, me albergó el deseo de empaquetarlo y llevármelo a casa, pero, no pude
ser, teniendo en cuenta la dificultad de empaquetar a un gigantón con un corazón
más grande aún y acompañado de una hermosa esposa que, con sus silencios y miradas,
sabía llevarle a este gigante.
Pues bien, todo ello ocurrió, en
el transcurso de un viaje, como decía a Euskadi Norte, donde visitamos los
mercados de San Juan de Luz y Biarritz, algún mayorista y diversos restaurantes
que tenían muy, pero que muy clarita su apuesta por lo local como mejor
aportación a la lucha contra el cambio climático y como su granito de arena para
impulsar la economía de las gentes que les rodean.
Al parecer, cuestión que se nos
hizo harto difícil de asumir viendo lo que tenemos entre nosotros, tanto la
hostelería como algunos comercios y una parte importante de la población han
asumido el compromiso por lo local como muestra de su compromiso con la
comunidad en la que viven.
Aquí, mientras tanto, los
viticultores y bodegueros de la Rioja Alavesa, además de dar la voz de alarma
por la delicada situación que viven viticultores y pequeñas bodegas de la zona,
muestran su preocupación por la desafección de la población vasca para con el
vino de alta calidad que se produce en esta comarca alavesa y, particularmente,
por los vinos tintos que, en numerosas mesas de nuestras casas, restaurantes y
sociedades son desplazados por vinos tintos de otras comarcas y regiones del Estado,
bien sea por el precio bien sea por el ansia que tenemos los consumidores por probar
cosas nuevas que vienen de lejos, mientras dejamos languidecer y/o morir lo más próximo.
No debemos obviar que esto ocurre
en un contexto donde la producción de vino, en general, sigue aumentando
mientras el consumo desciende de forma notable, más concretamente, el consumo ha
descendido en un 25% entre los años 20213 y 2023, alcanzando los 6,9 litros por
persona y año el consumo medio. Como
decía, en estos momentos, se da un inquietante desequilibrio entre lo producido
y lo consumido y en estos momentos de desajuste, son aquellas zonas y aquellas
bodegas y viticultores que han apostado por la calidad frente a la cantidad son
las que más están sufriendo por los excesos, de todos, pero particularmente de
las grandes bodegas y zonas volcadas en la cantidad con miras a la exportación.
Al parecer, la peor parte de la crisis
se la está llevando el vino tinto, frente a los blancos que tienen mayor
respaldo del consumidor, lo que explica la apuesta de algunas zonas y bodegas
por arrancar viñas para tinto y reorientarlas hacia vinos blancos que, tal y
como suele ocurrir, cuando el incremento de volumen sea notable y el respaldo
de los consumidores se estabilice y/o flaquee, entonces, comenzarán los
problemas, también, para los vinos blancos que se lanzarán a una pelea caníbal para
sobrevivir en base a arrojar los precios a la baja.
Es ahora, hablando del momento
que viven los vinos blancos, cuando entiendo la polémica generada por la
decisión de la Denominación de Origen Rueda para incorporar la variedad de
godello y añadirla a su elenco donde la variedad reina es el verdejo. El
godello es una variedad propia de tierras gallegas y zonas colindantes como el
Bierzo, con gran éxito entre los consumidores y por ello, la denominación de Rueda
ha decidido abrirle la puerta, para incrementar sus argumentos de venta.
Ahora bien, me pregunto, aquí, en
silencio y aprovechando que nadie me escucha, si la justificación de la existencia
de una denominación de origen, sea la que sea, es el arraigo y tradición de una
variedad de uva, de una cultura anclada en un determinado territorio y otras
cuestiones más profundas que no tengo sitio para detallarlas, cuando una
denominación abre sus puertas a otras variedades, en principio ajenas, y todas
las variedades puedan ser válidas en todas las denominaciones, ¿para qué
puñetas queremos las denominaciones de origen? ¿No nos estaremos pegando un
tiro en nuestro propio pie?
Les dejo. Me voy a tomas unos
vinos.
Xabier Iraola Agirrezabala
Comentarios
La visita organizada a Euskadi norte para conocer y reflexionar sobre los mercados locales fue organizada por la Diputación Foral de Gipuzkoa dentro de la dinámica Participativa en la que toman parte representantes sectoriales y de la administración. Creo que en el propio contexto del artículo es importante remarcarlo.
Xabier Arruti.