Sin-vergüenza
En esta época digital que nos ha tocado vivir, somos conscientes de que lo que es una bomba informativa a las 8 de la mañana, se queda en el baúl de los recuerdos para las 12 del mediodía, dejando sitio para la siguiente tempestad informativa que amainará para las 5 de la tarde y así, sucesivamente, día tras día. Pequeñas tormentas en un vaso de agua que nos inquietan durante un rato, pero pasan, y se olvidan, inmediatamente. Algo así, ocurrió hace unos pocos días cuando las redes sociales clamaban por un error de los responsables de la Dirección General de Agricultura de la Comisión Europea que, en un descanso de uno de sus eventos, ofrecieron a sus invitados una bebida vegetal que iba etiquetada como leche vegetal. Ya se pueden imaginar, el grito en el cielo de las asociaciones ganaderas, incluida la organización vasca ENBA, que, con toda la razón del mundo, denunciaron un fallo tan garrafal por parte de las autoridades responsables de velar por que no se den ilegalidades como