Entradas

Poniendo cara y ojos

Imagen
Acabo de recibir en casa un folleto publicitario de CARREFOUR donde se incide sobremanera en los productos locales y ya van unas cuantas, las cadenas que se han comprado un camión de ikurriñas y las van endosando, a diestra y siniestra, en todo aquello que huela a algo nuestro. Ahora bien, me ha llamado la atención que una cadena, en principio no tan activa en lo local como la multinacional francesa de marras, haya optado por identificar a los productores que están detrás de algunos de sus productos y así, tal y como decía el Lehendakari Ibarretxe poniendo cara y ojos a sus propuestas comerciales, tenemos la foto del ganadero carranzano Félix Aras poniendo la jeta por la leche de la marca KAIKU ( no me negarán que sus carrillos sonrosados hacen el resto sin necesidad de apelar a su origen vasco), o al horticultor Jesus Pinto de la cooperativa mungiarra GARAIA, al guindillero Pedro Zubelzu o a Luis, de los archiconocidos huevos Gorrotxategi de la villa guipuzcoana I

JOXEPI ha bajado la persiana

Imagen
Cada vez que me enfrento a la pantalla en blanco (qué tiempos aquellos en los que se decía lo del folio en blanco) suelo acordarme de aquel que me decía que iba perdiendo amigos por cada uno de los artículos que escribía pero tengo que reconocer que, contrariamente, también voy conociendo diferentes gentes, algunas cercanas y otras no tanto, que aprecian mi labor y agradecen que, por una vez, alguien saque públicamente la cara por la gente del campo y de los pueblos pequeños, por sus usos y costumbres. También los hay que me sugieren que en mis escritos les mencione, por supuesto para bien, y mi respuesta suele ser tan sencilla como tajante: si usted quiere que yo hable bien de su producto o firma, sepa usted que aquí la publicidad se paga. Como podrán comprobar en mi blog, obviamente, nadie lo ha hecho, por lo que, por ahora, sigo con las manos libres para hablar y criticar o alabar al que me plazca, eso sí, jugando siempre con la suficiente responsabilidad pues soy conoced

Los espías también beben leche

Imagen
Ya hace unos años, alguien dijo aquello de que “no hay nada más negro que la leche” y si bien aquella expresión estaba referida a los tejemanejes que utilizaban las industrias lácteas (o sus intermediarios) para blanquear legalmente lo que se llama “leche negra” que no es más que leche fuera de cuota, no me negarán que la bomba lanzada esta semana desde la Comisión Nacional de Mercados y la Competencia (CNMC) con su multa a las industrias lácteas, ha dejado aquel episodio relegado a la categoría de mera anécdota. Como sabrán, la CNMC ha impuesto multas por un importe total de 88,2 millones de euros a nueve empresas y dos asociaciones que operan en el mercado lácteo y en dicha resolución, en la que entre otros participó la ex-vicelehendakari Idoia Zenarruzabeitia, se reconocen diferentes prácticas anticompetitivas que han perjudicada, grave y continuadamente, a los ganaderos entre los años 2000 y 2013. Esta Resolución recoge que las prácticas ahora penadas, ya fueron anterio

SIMPLIFICATOR

Imagen
Decía Eduardo que la experiencia le había enseñado a que cuando se dirige a un técnico de la administración y le revela, quizás queriendo empatizar con él, el origen agrario de su familia con la afirmación “yo también soy de familia de agricultores”, la reacción automática era agarrarse fuertemente la cartera. Esta afirmación recoge el sentir de miles de agricultores que se tientan la ropa ante las palabras, bienintencionadas en principio, de políticos y técnicos de la administración que si bien en principio velan por el interés de los baserritarras, la realidad nos viene demostrando que, en muchos casos, la cuestión queda en eso, en una buena intención y, en algún que otro caso (siendo benévolo), la buena intención llega a transformarse en una pesadilla. Pues bien, algo similar me ocurre a mí cuando escucho al comisario europeo de Agricultura, el irlandés Phil Hogan “Simplificator”, que ha participado en el VII Congreso de las Cooperativas Agroalimentarias celebrado en V

GILIPUERTAS

Imagen
Personalmente, desconfío de todo aquel que tras vivir bastantes años en un mismo pueblo ni tiene amigos ni cuadrilla para tomarse unos potes en los bares de su pueblo. Algo hemos hecho mal si tras vivir año tras año en un pueblo no hemos sido capaces de socializarnos y conformar una cuadrilla, ese reducido grupo de incondicionales que tanto te insufla oxígeno cuando la situación general te ahoga como que te agobia cuando lo que necesitas es algo más de libertad de movimiento. La cuadrilla es así, están a tu lado, a veces excesivamente cerca, para lo bueno y lo malo, para cantarte las cuarenta y para recordarte, aún con su silencio, que eres uno de los suyos. Tranquilos, no es mi intención hablar hoy sobre la amistad pero sí que quisiera mencionar los cambios, profundos cambios diría yo, que se están produciendo en nuestra vida y que están cambiando radicalmente tanto nuestro día a día como nuestra concepción de la vida cotidiana. Cuando yo era pequeñito mis padres

Vampiros al volante del carro de compra

Imagen
Recientemente, la organización agraria ENBA denunciaba la actuación de diferentes centros comerciales que ofrecen la leche a modo de “Sangre de Baserritarra” y mostraba un amplio listado de puntos de venta que ofertaban la leche por debajo de los 60 céntimos de euro. Sé que la expresión “Sangre de Baserritarra” para referirse a la leche suena algo fuerte pero conviene aclarar, en primer lugar, que es una expresión copiada del alto ejecutivo comunitario Tomás García-Azcárate que la utilizó en su Conferencia celebrada en Donostia a mediados del mes de Diciembre y en segundo lugar, no menos importante, que dicha expresión recaba la atención de medios de comunicación y lectores-oyentes en un momento de exceso de información donde la temática agraria, siendo realistas y sinceros, habitualmente, no suele levantar pasiones. La leche viene siendo utilizada por las cadenas de distribución como anzuelo para atraer al incauto consumidor al interior de sus tiendas donde, ha

Silbopastoreo

Imagen
Tuve la suerte de asistir al pleno de Juntas Generales de Gipuzkoa en el que se debatió la nueva Norma Foral de Montes que impulsan desde la Diputación Foral de Gipuzkoa aunque, si hablase con propiedad, debiera haber dicho que lo que se debatió fue la modificación de la Norma vigente. El ambiente en el exterior era gélido, previsión de nevada (¡que harto me tiene tanta alarma amarilla, naranja, roja y ….!) que no llegó a materializarse, el ambiente en el interior era bastante caliente puesto que todo hacía presagiar que el gobierno foral iba a ser derrotado, una vez más, por la mayoría de las Juntas. Comenzó el pleno y los nervios andaban a flor de piel puesto que la ausencia de algún juntero hacía presagiar que, incluso, podría darse un empate en la votación. Al final, todo ocurrió según lo previsto, los ausentes aparecieron y la oposición mayoritaria, PNV y PSOE, logró tumbar el proyecto de Norma Foral de Bildu y Aralar. El Partido Popular se abstuvo ante la enmienda