El micro-ministro en un macro-charco
Tras el macro-descanso que me he tomado en mi labor gacetillera, vuelvo con el cuerpo descansado dado que no he asistido a ningún macro-botellón, la mente no tanto y con una carpeta de temas bajo el brazo de tal grosor que hasta tengo el brazo dolorido. Imagino que usted, querido lector, seguidor masoquista de este humilde juntaletras, habrá disfrutado del relajo mental de no tener que sufrir con mis filípicas semanales pero, recuerde el dicho aquel de “Qué poco dura la alegría en casa del pobre” y sintiéndolo por su equilibrio mental, no tengo más remedio que retomar la actividad agro-agitadora. Como decía, venía con la carpeta repleta de temas, que si la leche, que si la PAC, que si las movilizaciones, etc. pero, tal y como dicen los profesionales de la comunicación, la actualidad manda, y uno, que aún siendo juntaletras aficionado sueña con llegar a ser periodista profesional, no tiene más remedio que ceñirse a la actualidad que, lamentablemente, una vez más, viene marcada po