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Mostrando las entradas etiquetadas como etiquetado

El sinvergüenza del carnicero

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  Reiteradamente he escrito sobre el gran engaño al que nos someten las grandes corporaciones alimentarias con productos que inventan y/o copian para, bajo el paraguas de la salud y del medio ambiente, engordar la cartera de sus directivos y repartir dividendos entre los accionistas. Llevan años intentando hacernos creer que las bebidas vegetales que inventaron para sustituir a la leche y otros productos lácteos, son tan sanas o más, que el original a imitar, y por supuesto, si nos atenemos al argumentario de su potente aparato publicitario, medioambientalmente, mucho más sostenible. Mezclan un 99% de agua con vegetales traídos del más allá y ¡tachán!, ya tenemos el oro líquido altamente beneficioso, sobretodo, para las arcas empresariales mientras, y créanme que lo digo sin acritud, el ingenuo consumidor paga el agua a precio de oro. Tanto es así, que la algunas empresas lácteas que ven languidecer su negocio lechero, han optado por lanzarse al mercado de las bebidas vegetales

La butifarra, por supuesto, catalana

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La víspera del referéndum catalán no parece ser la mejor época para adentrarse en cuestiones identitarias y cuestiones nacionales porque uno corre el riesgo, inevitable por otra parte, de salir trasquilado dado que, como comprenderán, al igual que es imposible hacer una tortilla sin romper huevos, es igualmente imposible, referirse a estas cuestiones, sin ser acusado de mingafría por los sectores más nacionalistas (vascos y catalanes) o no ser acusado de secesionista y/o filoterrorista por los otros nacionalistas, que haberlos haylos, los nacionalistas españoles. En estos momentos donde Mariano ha decidido apagar el fuego echando gasolina sobre la hoguera quisiera poner sobre la mesa, nunca mejor dicho, la cuestión de la identidad nacional en lo relativo a los alimentos y más concretamente a su etiquetado, puesto que mientras unos, apelando al sentimiento y las necesidades de generar la adhesión del consumidor más cercano, reclaman la flexibilidad normativa que posibilite a

Las cosas claras y el chocolate espeso

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Recientemente el Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) ha sentenciado que las bebidas puramente vegetales, como la leche de soja o la mantequilla de tofu, no pueden comercializarse bajo denominaciones como “leche” o “mantequilla”, que están reservadas exclusivamente a los productos de origen animal. El máximo órgano de justicia de la Unión Europea resuelve así un litigio de origen alemán y según la decisión adoptada por la corte europea la normativa comercial europea “se opone a que la denominación «leche» y las denominaciones que este Reglamento reserva exclusivamente a los productos lácteos se utilicen para designar, en la comercialización o en la publicidad, un producto puramente vegetal, aun cuando esas denominaciones se completen con menciones explicativas o descriptivas que indiquen el origen vegetal del producto en cuestión” y por lo tanto, la denominación de “leche” como la de derivados y productos lácteos como la “nata”, el “chantilly”, la “mantequilla”, el

El caldito de mi cuñado

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Mi hijo es, por lo general, bastante buen comedor pero tengo que reconocer que en asunto de croquetas es bastante tiquismiquis pues sólo come las croquetas de amama (abuela). Mira que lo hemos intentando de las más diversas maneras, pero no hay forma de meterle ni una sola croqueta que no sea elaborada por mi querida suegra y por ello, antes de echarse a la boca cualquier croqueta,  hace la pregunta de rigor, ¿serán de amama, no? No le ocurre lo mismo a mi cuñado el mayor que, éste también es buen comedor, como suele decirse coloquialmente, con mejor saque que el propio pelotari Titín y es que cuando acude a su refugio riojano es cliente habitual de un bar famoso por su caldito, agárrense los machitos, cuya fórmula mágica no le pertenece al cocinero sino a la multinacional que envasa el caldo en los briks que el establecimiento sirve, eso sí, con esmero y cariño. Algo similar a lo que ocurría en el anuncio de aquella famosa fabada donde la imagen de una entrañable abu

¡De aquellos barros, estos lodos!

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Recientemente escribí un artículo sobre la malvada política de etiquetado de alimentos y sobre la necesidad de ir clarificando conceptos, términos, eliminando malas prácticas y que los consumidores denuncien, aprovechando la facilidad de acceso a las redes sociales que tenemos todos y cada uno de nosotros, lo que consideramos una práctica abusiva o fraudulenta por parte de determinadas empresas para confundir al consumidor final y así, arrimar el ascua a su sardina. Pues bien, tras aquel artículo, un lector me lanzó la siguiente pregunta ¿cuáles son los ingredientes de un filete? y yo, tras superar los primeros minutos de asombro puesto que considero que un filete no tiene más ingredientes que la propia carne, pude conocer un ejemplo práctico de etiquetado “malvado” donde una importante empresa cárnica murciana etiquetaba como filete lo que, en verdad, es un preparado cárnico salmuerizado donde además de un 85% de carne se pueden encontrar con agua, sal, proteína de

Etiquetas trampa

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Cada vez que uno entra en un centro comercial de tamaño medio o grande deambula, al volante de un peligroso carro de la compra, por los pasillos que nos ofrecen miles de productos, muchos necesarios y otros muchos prescindibles, muchos bien etiquetados y otros muchos mal etiquetados, precisamente, no por algún error o imprevisto sino fruto de la intención de ocultar información al consumidor y de paso, orientar el carro hacia su lado. He denunciado reiteradamente los etiquetados, legales pero malintencionados, de muchos productos alimentarios que utilizan nombres toponímicos de la zona, en nuestro caso vascos, para atraer la atención del consumidor y apelando a su corazón patrio, ablandar su resistencia a echar la mano a la cartera para finalmente, darle un sablazo conun producto que, seguramente, de estar bien etiquetado, no sería adquirido por dicho consumidor. Son muchos los casos que he ido denunciando en las redes sociales y así, al igual que tenemos en el super