Entradas

Mostrando las entradas etiquetadas como jóvenes

La importancia del wifi para nuestra alimentación

Imagen
  Eres más triste que el frigorífico de un piso de estudiantes era la expresión típica que se utilizaba antiguamente para referirse al “alegre” de la cuadrilla y al parecer, no es algo del pasado, si no algo muy actual, si nos atenemos al anuncio que ha lanzado la compañía de telecomunicaciones Euskaltel. Digo esto por que hace unos pocos días, vi en el escaparate de una tienda de dicha firma, un anuncio dirigido a estudiantes en el que, se ilustraba con la foto de un frigorífico casi vacío, con un par de salchichas y medio limón, que daba más pena que frío, y para acompañar la triste foto, se insertaba la siguiente frasecita de marras: “Por lo menos, el wifi irá como un tiro”. Pues bien, si reflexionamos sobre lo que nos está diciendo el anuncio, caeremos en la cuenta que para los señores de Euskaltel, el servicio de wifi es algo básico mientras la alimentación pasa a ser algo secundario, cuando no prescindible. Un mensaje, espero que compartan mi valoración, inquietante. Ahora

Insuficientemente jubilado

Imagen
  Creo haber manifestado, reiteradamente, bien privada bien públicamente, el privilegio que ostento al trabajar en una organización agraria que, más allá de las cuestiones y problemillas puntuales, me permite tener una visión de conjunto del sector primario y del mundo alimentario en su globalidad. Mi trabajo me permite enriquecerme personalmente gracias al contacto con gentes tan diversas como los baserritarras, de diversos subsectores productivos, así como responsables de industrias agroalimentarias, de la distribución, gentes de la universidad, comunicadores, etc. y con sus palabras y consejos, se suplen las deficiencias intelectuales y profesionales, evidentes por otra parte, que tiene este juntaletras metido a agroagitador. Pues bien, esta misma semana, he tenido el privilegio de compartir mantel con la Logia de los Xagus (ratoncillos) en Donostia, un selecto grupo de jubilados con unos curriculums vitae y profesionales de quitarse la txapela y que, como decía uno de ellos, al

Juventud, divino tesoro

Imagen
  Me cabrea sobremanera cuando asisto a una reunión o jornada donde, bien como ponente bien como público, me corresponde participar y tras dar mi opinión, nuestra opinión, que muy frecuentemente no gusta del agrado de unos cuantos, escucho algunos comentarios, en plan jocoso, siempre con el objetivo de minusvalorarla, haciendo mención de la naturaleza sindical (organización profesional agraria, propiamente dicha) de la organización en la que trabajo. Los hay, que también, quienes me tienen como el “enfant terrible” del agro y me invitan a participar en eventos, charlas y jornadas para con mis opiniones críticas y ocurrencias, agitar el avispero y despertar a la audiencia adormilada. Pues bien, les tengo que reconocer que ninguna de las actitudes me gusta. Soy consciente de lo que hay, del entorno en el que me muevo y así, aprovechando lo que unos prevén y otros ansían escuchar, asisto a los diferentes eventos para sacar a la palestra temas que casi nadie se atreve a tratar y mete

Katiuska

Imagen
  La guerra en Ucrania provocada, única y exclusivamente, por el dictador Putin, a semejanza de lo acontecido en época pandémica en el sector industrial, ha puesto sobre el tapete la dependencia de nuestro sector agroindustrial de materias primas de terceros países cuyo suministro damos por descontado en periodos de paz y normalidad. Los países occidentales, la Unión Europea en nuestro caso, tienen organizada toda su arquitectura productiva, bien sea en el sector agroalimentario bien sea en el sector industrial y tecnológico , de tal forma que las tareas, procesos y elementos que sean trabajosos, sucios y carentes de valor añadido se subcontraten a terceros países a los que exprimimos en precios hasta asfixiarlos y condenarlos a producir en condiciones sociolaborales que rechazamos para nosotros pero con los que convivimos puesto que ocurren fuera de nuestro campo de visión. Damos por supuesto que la cadena europea, con gran parte de la producción, como decía subcontratada y extern

La frasecita de marras

Imagen
  El potencial de la juventud agraria, en los sistemas alimentarios sostenibles, fue el titular elegido por el Foro Rural Mundial y el Comité de Euskadi de la Agricultura Familiar, impulsores de una Jornada celebrada esta semana en Bilbao, en la que se pretendía abordar el reto del relevo generacional en el sector primario. Si bien, la delicada situación que vive el sector nos puede hacer pensar que cuestiones como el rejuvenecimiento y el imprescindible relevo generacional al frente de las explotaciones, son cuestiones secundarias en un momento como éste donde la asfixia nos ahoga y nos impide pensar con la lucidez que la cuestión requiere, no es menos cierto, que debemos ser capaces de aunar y compatibilizar, lo urgente con lo importante, es decir, la asfixia actual con el futuro del sector productivo. Los datos estadísticos, esos datos que nos ponen frente al espejo, aquellos que ponen negro sobre blanco sobre lo que está ocurriendo en el día a día y tras los cuales se esconde

La olla de los jubilados

Imagen
  Esta semana pasada, la organización agraria en la que trabajo, ENBA, conmemoró el 30 aniversario de su fundación y en el acto organizado, además de unas pocas cuestiones internas, se abordó la interminable negociación de la PAC para lo que se contó con la inestimable ayuda de Ignacio López-Asenjo, Director de Asuntos Internacionales de ASAJA, cuya exposición fue complementada con una mesa redonda, donde además de Jorge Garbisu, Director de Agricultura del Gobierno Vasco, participaron los ganaderos Inma Iriondo, pastora, y Mikel Arteaga, vacuno de leche, dando un cierto barniz de realismo, incluso pesimismo, a los planteamientos más generalistas de los expertos. En el transcurso de su exposición, como no podía ser de otra forma, López-Asenjo abordó la espinosa y problemática definición de agricultor activo (el término “agricultor genuino” ya ha sido descartado antes incluso de su aprobación oficial) que, a la postre, es uno de los filtros que se contemplan para controlar el num

El Club de Pesimistas

Imagen
  Mi último artículo, concretamente el de la semana pasada, lo reconozco, rezumaba pesimismo a raudales. Así me lo comentó mi amigo Eduardo y no tuve más remedio que darle la razón aunque, quizás como justificación no solicitada, le respondí que era lo que tenía convivir y trabajar con y por los baserritarras, esos productores de alimentos y modeladores del paisaje que hace unos cuantos años, una empleada del ayuntamiento de Azpeitia, identificaba como “los de las manos con los dedos gordos”. Otro amigo, hablando de pesimistas me llegó a sugerir luchar por la presidencia del Club de Pesimistas y para ir rearmando mi corpus teórico, me sugirió la lectura del blog “La nuestra Tierra” que con un bello estilo literario, al menos a mí me lo parece, aborda diferentes temáticas agrarias y rurales, eso sí, con un pesimismo que deja el mío al nivel del optimismo moderado. Indagando en el mismo, he disfrutado con una entrada titulada “la inexorable muerte de los pueblos” donde se plantea, de

Talento y Talante

Imagen
Talento y talante Vuelvo de las vacaciones navideñas con un par de kilos adosados a la cintura como la cartuchera que lucía John Wayne en sus películas, fondón y desentrenado porque aunque les tengo que reconocer que uno es adicto al ejercicio de juntar letras, las vacaciones hacen estragos y uno pierde agilidad mental y agudeza visual para captar lo que es noticia o noticiable de lo que es simplemente, bazofia. Eso sí, por muy relajado y ocioso que esté uno, no sé si es por defecto de fábrica o por habilidad innata pero es inevitable que uno mire la realidad que le rodea , las noticias que lee y/o escucha con las agrogafas que no acabo de quitármelas y que como imaginará, irremediablemente, condicionan mi mirada. Pues bien, en esas estamos cuando cae en mis manos una publicación titulada GITalent, impulsada por el diario Noticias de Gipuzkoa con la colaboración de la Diputación Foral de Gipuzkoa, la Cámara de Comercio y la patronal ADEGI. Abordo la lectura de forma

La boina

Imagen
El próximo fin de semana, usted y yo, tenemos una cita muy importante. El domingo 10 están convocadas las elecciones al Congreso y Senado y una vez constituidas ambas cámaras, será el momento de elegir el nuevo gobierno que rija los designios del país y entre otras tareas, el nuevo presidente deberá nombrar la persona que lleve el timón del Ministerio de Agricultura. Quizás lo siga siendo Luis Planas, al que yo denomino el ministro plano, o quizás se opte por una persona con más arrojo, que se moje y que, a riesgo de equivocarse, impulse políticas más osadas que vayan más allá de mantener el status quo. La víspera, el sábado 9, en plena jornada de reflexión electoral, un grupo de jóvenes baserritarras acompañados de otros cuantos jóvenes de cierta edad, dentro de una mini-jornada titulada “Soy un joven baserritarra y estoy orgullosos de ello”, analizarán en Zaldibia, a los pies de la Sierra de Aralar, las políticas públicas que promueven la incorporación de jóvenes y la t

Campo de Oportunidades

Imagen
En las reuniones de cada jueves del sanedrín gastronómico de mi cuadrilla, tras estar media cena hablando de los achaques que comenzamos a sufrir y de los rifirrafes con nuestros hijos adolescentes y la otra media, con el queso sobre la mesa y el vaso de sidra en la mano, solucionando los numerosos problemas que tiene la Seguridad Social y la poca esperanza que tenemos en la pensión por jubilación que, lamentablemente, cada vez tenemos más cerca, pues bien, tras esta variopinta temática que se viene repitiendo semanalmente, además de los obvios comentarios despellejadores hacia todo bicho viviente, los miembros de tan selecto Club, hemos caído en la cuenta que nos estamos haciendo viejos. Aún así, emulando a la Asociación de Jubilados del pueblo vecino, Alegia que se llama Beti Gazte (Siempre Jóvenes), nosotros también nos identificamos con ellos y aquí seguimos, siguiendo la estela de mi querida Tina Turner, en la brecha. La vejez, o falta de juventud y con ello la

La epidemia

Imagen
Soy de la generación en que todavía había jóvenes, los menos, que eran enviados a colegios religiosos a modo de internado. Soy de esos, sí, y echando la vista para atrás, ni reniego ni me arrepiento de nada porque tanto en Puente la Reina (Navarra) como en Alba de Tormes (Salamanca) pasé unos buenos seis años de mi juventud, de los 11 a los 17 añitos, donde además de buenos amigos, adquirí unos hábitos de estudio y disciplina que me han venido de perlas. Ahora en Euskadi, parte de la educación concertada, principalmente la Escuela Cristiana (Kristau Eskola) que tiene como patrones a diferentes ordenes religiosas, se encuentra inmersa en un importante conflicto laboral que ha derivado en una huelga de varios días con todas las consecuencias que ello tiene tanto en la organización familiar como en la educación de los propios alumnos. A diferencia del colegio donde yo estuve donde el profesorado, salvo excepciones, eran los propios frailes, en estos colegios concertados, por el

Cuando el dinero no lo es todo

Imagen
Decidir qué se va cenar diariamente resulta un quebradero familiar. Intentar complementar y equilibrar lo que cada uno de nosotros ha comido al mediodía fuera de casa, una tarea compleja. Hace un par de años, decidimos cenar los nuggets que tan de moda están en los establecimientos de comida rápida y tengo que reconocerles, que si no fuese por el pan rallado y por el ketchup, aquello, no hay hijo de madre que se lo coma. Dicen que era pollo. Dicen. Por otra parte, hace pocos días decidimos nuevamente cenar nuggets pero ahora optamos por nuggets caseros elaborados con la pechuga de pollo Lumagorri (pollo de caserío) que una vez troceado y pasado por pan rallado, quedan exquisitos y además, naturales. Hablando de nuggets como estamos les tengo que comentar una reciente lectura donde se informaba sobre los nuggets elaborados por la gran industria alimentaria donde una vez despiezado el pollo, se rebaña la poca carne que queda pegada al esqueleto, se congela, se

La sociedad del Ocio

Imagen
Teresa Ribera me tiene muy, pero que muy, mosqueado. Resulta que dice la señora ministra que mi Polito, mi reducido Volkswagen Polo de hace unos 16 años, va a tener que pasar a mejor vida porque según su proyecto de Ley de Cambio Climático, los vehículos que consumen combustibles fósiles deberán ser sustituidos para el año 2040 por vehículos eléctricos o al menos, emisiones Cero. ¿Y dónde demontres voy a escuchar mis cintas de Paquita la del Barrio, las viejas rancheras y otras pequeñas joyas que ya sólo puedo escuchar en el cassette de mi amado Polito? Quizás, no tenga más remedio que tenerlo aparcado en el garaje y así, enclaustrado en el coche, escuchar estas bellas canciones. Más allá de la broma y/o ironía, consciente que este cambio de paradigma en la movilidad viene para quedarse, el siguiente quebradero de cabeza que me surge es qué ocurrirá con los otros vehículos, los de trabajo, y muy especialmente con los camiones para el transporte de mercancías y en lo que a

La placa de la Diputación

Imagen
Mi mujer y amigos están advertidos que yo no me voy de este mundo sin cumplir los 100 años para así poder ser enterrado con mi merecida placa conmemorativa que suele dar la Diputación. Lo que empezó siendo un chiste entre amigos y familiares va cogiendo visos de realidad y tanto es así que ya he llegado a la mitad del trayecto y por lo tanto, debo ir preparándome para el ansiado momento. No obstante, cada vez que me alegro al imaginar lo guapo que estaré en mi caja, repeinado, con el traje de domingo y con mi plaquita entre mis dedos, siempre tiene que haber alguien que me fastidie el día y así, últimamente, son muchos quienes pretenden amargarme mi momentico recordándome las penurias que vamos a pasar nuestros últimos años con la reducción de las pensiones y lo crudo que lo tendremos si no ahorramos un poco más para complementar, privadamente, la recortada pensión pública. Muchos de estos gafes, aunque no lo digan públicamente y aparezcan anunciados como expertos “neutral

INSUFICIENTE

Imagen
La semana pasada un pequeño grupo de jóvenes guipuzcoanos, alguno de ellos sin llegar incluso a la adolescencia y todos ellos vinculados familiarmente al sector vacuno lechero, participaron en un viaje a Araba y Nafarroa donde además de visitar explotaciones de diversa índole y agrupaciones de maquinaria, también encontraron un hueco para el ocio, visitando el Parlamento y divirtiéndose de lo lindo en un circuito de karts de la capital alavesa. Este viaje que combina la formación con el ocio pretende ser un primer paso (además de su participación previa en un curso de jueces de la raza frisona) en la conformación de un pequeño grupo de jóvenes que apuesten por el futuro del sector, empezando por apuntalar el futuro de las explotaciones familiares de las que provienen para, en la medida de las posibilidades, impulsar nuevas “vocaciones” que puedan ir integrándose en nuevas o explotaciones ya en activo pero sin continuidad de futuro. Les narro esta pequeña iniciativa, además d

¿De qué se ríe el comisario Hogan?

Imagen
Tomando un café con mi amiga Patricia, sí, la de Mercadona, hablando de lo humano y lo divino, acabamos intercambiando opiniones sobre la relativa calma que vive el sector productor vasco donde, por una parte, la creciente estructuración del sector productor ha supuesto una mejor organización sectorial con la que afrontar los retos que nos plantea el mercado y, por otra parte, la creciente demanda de producto local, en su mayoría amparado por marcas de calidad, por parte de las cadenas de distribución, la verdad sea dicha, unas con más empeño que otras, hace que en estos momentos no existan grandes dificultades para vender nuestro producto. ¿Entonces, dónde está el problema? se dirán ustedes, al igual que me preguntó mi contertulia, y yo le volví a repetir mi humilde teoría que es la siguiente: el actual sistema alimentario, el mayoritario al menos, está sustentado en una alimentación ciertamente barata y por ello, en una cadena alimentaria de varios eslabones donde todos los

Sudar la camiseta propia

Imagen
A finales del mes de febrero, acudí a la Escuela de Pastores del caserío Gomiztegi en Arantzazu a la presentación de los proyectos de 14 jóvenes que bien querían dar relevo generacional a sus explotaciones familiares o complementar y diversificar lo existente bien ansiaban iniciar la andadura de una nueva explotación sin tener más alforjas que la ilusión por emprender algo propio en un sector ovino-caprino (me extrañó la importante presencia de proyectos caprinos). Para mí, personalmente, a sabiendas que algunos de ellos quedarán en el camino, es un acto entrañable y que, sectorialmente, me carga mucho las pilas al comprobar que todavía hay gente cuyo horizonte está asentado en las montañas y en el mundo primario y por ello, espero que todos ellos tengan éxito en sus proyectos. Pues bien, mientras volvía de Arantzazu y sorteaba con mi coche vintage, emocionado con la cinta de rancheras amorosas de la poderosa Paquita la del Barrio, las endemoniadas curvas que nos bajan del S

El cerdo de Bilbao

Imagen
Visito casi semanalmente a mi familia política por lo que no les resultará difícil comprender que tanto mi coche como yo podríamos hacer este viaje, de Legorreta a Bilbao, casi con los ojos cerrados. Como diría aquel, es el peaje (además del de la autopista) que tengo que abonar por la machada de haber logrado que una bilbaína de pro acepte vivir en un pueblito como el mío. Pues bien, en uno de estos viajes que aprovechamos para traer cargamento de tuppers y devolver los vacíos, ojiplático me quedé al observar cómo una señora paseaba por la calle con un cerdo vietnamita atado con su correspondiente collar como si fuese un perro y aunque reconozco que, aunque habitualmente suelo despotricar del trato dado a los perros, ya me he habituado a ver los perros con su gabardinita o su abriguito para combatir el frío de la calle (no vaya a ser que se enfríen al salir del confort del termostato en el hogar familiar) pero, mecagüen sos, lo del cerdo alteró todos mis adentros y me puso

Ernesto me quiere llevar al huerto

Imagen
Mi vecina Alejandra, gallega de pura cepa, trabajó la huerta hasta bien cumplidos los 80 años y con una disciplina digna de todo elogio, se tiraba casi toda la mañana, desde bien temprano, para sacar adelante su huerta de aproximadamente unos 1.000 metros cuadrados. La labor diaria de esta vecina que, además, sacó adelante los trabajos domésticos de una familia de 3 hijos, se repetía día sí y día también, lloviese o calentase de lo lindo y fruto de ello, además del rendimiento económico, tenía una huerta que era (aún sigue siéndolo con su hija Lola) la envidia de los vecinos puesto que estaba mucho más limpia y bonita que, incluso, alguna casa. Por ello, no me extrañó en su momento, cuando el Gobierno Vasco tramitaba una normativa sobre el Paisaje, que en el documento oficial se recogiese una mención expresa sobre el perjuicio al paisaje de las huertas “clandestinas” que se ubicaban en las orillas de carreteras, autopistas, vías de tren o riberas fluviales y sobre el efe