Entradas

Mostrando las entradas etiquetadas como ayudas

Cambio de paradigma

Imagen
  La familia Ezkiaga ha sido durante décadas la familia guardiana de la ikurriña que, en la época de la oscuridad, guerra civil y post-guerra con la dictadura franquista, guardó en secreto y con ello, jugándose el pellejo, la ikurriña del grupo de danzas Irrintzi Alai del entonces Batzokia de EAJ-PNV en Legorreta. La familia Ezkiaga, es el vivo ejemplo del compromiso nacionalista en aquellas épocas difíciles y así, mientras Bautista, el padre, fue gudari en la guerra civil, la madre, la gran Manuela, era la lideresa del pueblo con su grupo de teatro con el que impulsaba nuestro idioma, el euskara, entonces prohibido, y de rondón, como quien no quiere, entre obra y obra, en los recovecos de los diálogos, también se esforzaba en incluir las ideas patrióticas. Pues bien, ahora, es el único hijo vivo, Feliziano, quien recibirá, el sábado día 30 en el ayuntamiento de Legorreta, un merecido homenaje, extensible a toda su familia, tras haber decidido donar dicha ikurriña al pueblo.

Todo un profesional

Imagen
El pastelero me llamaba de joven un compañero de batallas cuando según él, era capaz de negociar, retocar y retorcer mis argumentos sobre todo aquello que él consideraba intocable, la esencia a preservar y la columna vertebral sobre la que, según su opinión, se asentaba toda nuestra filosofía. Con la edad, como se imaginarán, la cosa no ha ido a mejor, según el punto de vista de mi amigo de lucha y creo seguir siendo una persona con ideas y criterio propio pero, precisamente por eso, al estar tan seguro de lo que opino, al mismo tiempo, ello mismo me permite ser lo suficientemente flexible, tolerante y pragmático para, en la medida de lo posible, sacar adelante mis propuestas. Estos últimos días donde el país gira ante el conflicto inexistente del pin parental que nos han colado los voxeros, huyo como gato del agua de dichos conflictos virtuales para centrar mis neuronas en otros temas más reales y que me preocupan y ocupan algo más. Precisamente,  recientemente leía una

La sociedad del Ocio

Imagen
Teresa Ribera me tiene muy, pero que muy, mosqueado. Resulta que dice la señora ministra que mi Polito, mi reducido Volkswagen Polo de hace unos 16 años, va a tener que pasar a mejor vida porque según su proyecto de Ley de Cambio Climático, los vehículos que consumen combustibles fósiles deberán ser sustituidos para el año 2040 por vehículos eléctricos o al menos, emisiones Cero. ¿Y dónde demontres voy a escuchar mis cintas de Paquita la del Barrio, las viejas rancheras y otras pequeñas joyas que ya sólo puedo escuchar en el cassette de mi amado Polito? Quizás, no tenga más remedio que tenerlo aparcado en el garaje y así, enclaustrado en el coche, escuchar estas bellas canciones. Más allá de la broma y/o ironía, consciente que este cambio de paradigma en la movilidad viene para quedarse, el siguiente quebradero de cabeza que me surge es qué ocurrirá con los otros vehículos, los de trabajo, y muy especialmente con los camiones para el transporte de mercancías y en lo que a