Cambio de paradigma

 


La familia Ezkiaga ha sido durante décadas la familia guardiana de la ikurriña que, en la época de la oscuridad, guerra civil y post-guerra con la dictadura franquista, guardó en secreto y con ello, jugándose el pellejo, la ikurriña del grupo de danzas Irrintzi Alai del entonces Batzokia de EAJ-PNV en Legorreta.

La familia Ezkiaga, es el vivo ejemplo del compromiso nacionalista en aquellas épocas difíciles y así, mientras Bautista, el padre, fue gudari en la guerra civil, la madre, la gran Manuela, era la lideresa del pueblo con su grupo de teatro con el que impulsaba nuestro idioma, el euskara, entonces prohibido, y de rondón, como quien no quiere, entre obra y obra, en los recovecos de los diálogos, también se esforzaba en incluir las ideas patrióticas.

Pues bien, ahora, es el único hijo vivo, Feliziano, quien recibirá, el sábado día 30 en el ayuntamiento de Legorreta, un merecido homenaje, extensible a toda su familia, tras haber decidido donar dicha ikurriña al pueblo.

Estas historias del pasado y sobre hechos como éste, donde familias como la mencionada han sabido guardar durante décadas este secreto y ser depositarios de una bandera que representa todo un ideario, choca en esta sociedad actual donde los cambios son tan constantes y vertiginosos y donde las ideologías, como bien decía Arzalluz, tienen menor caducidad que el yogur.

Ahora bien, tan negativo como aferrarse al cambio por el cambio, es aferrarse a lo habitual por miedo a afrontar las consecuencias de dicha decisión y es por ello, que me llama poderosamente la atención, la negativa de algunos productores, asociaciones, cooperativas, industrias, etc. que conforman la cadena alimentaria a poner pie en pared ante una realidad como la presente donde los productores se ven condenados a producir a pérdidas y se les ofrece, como mal menor, a vivir de las ayudas que las diferentes administraciones conceden.


Escucho últimamente, a modo de acusación, que en estos últimos tiempos se está proponiendo un cambio de paradigma, refiriéndose así a aquellos, como yo, que defienden el cumplimiento de la Ley de Cadena Alimentaria, más concretamente, al artículo noveno que recoge que todos y cada uno de los eslabones deben cubrir sus costes de producción. Al parecer, este peligroso cambio de paradigma que defendemos es imposible de plantear, es contrario a la política de la PAC y pone en grave riesgo todo aquel entramado alimentario sustentado en bajos precios, y concreto yo, precios bajos al productor.

Según estos que aluden al cambio de paradigma, no se puede echar al traste el sistema alimentario existentes desde hace décadas, inducido quizás por la PAC, un sistema por cierto, donde el ganadero no puede ni soñar que el precio percibido cubra sus costes de producción y que por lo tanto, debe conformarse, como hasta ahora, con unos precios ínfimos, a pérdidas, para luego, complementar esos precios irrisorios con las ayudas PAC y así, en el mejor de los casos, alcanzar el umbral de los costes de producción.

No se crean que este posicionamiento del cambio de paradigma es, únicamente, un planteamiento defendido por grandes y malvados empresarios particulares, no. Esta teoría del cambio de paradigma es, lamentablemente, asumida y defendida por algunos productores, cooperativas y responsables de empresas con fuerte vinculación societaria con la parte productora.

En nuestro caso, y hablo de Euskadi, al sector de leche de ovino, a pesar de la subida de precios de esta campaña, se le condena a trabajar con precios por debajo de costes y por ello, para cubrir sus costes debe desviar parte de su PAC a tal menester. En el caso de la leche de vacuno, con carácter general, el precio percibido está en el límite de los costes de producción y así las ayudas PAC juegan el papel del beneficio que el mercado les niega. En el sector de carne de vacuno, el precio percibido está tan claramente por debajo de costes de producción que no alcanza a cubrirlos ni desviando a tal fin el total de las ayudas PAC, por lo que, se ve obligado a depender de las ayudas extraordinarias (Ucrania, Covid, etc.) para poder llegar a fin de mes. Como me decía antes de ayer un ganadero, el precio que percibo por la carne que vendo y las ayudas PAC, se las comen las vacas y así, yo, dependo de las ayudas extraordinarias, cuando las haya, añado yo.

Y aún así, según les digo, los hay que defienden la situación actual y rechazan, tildándola de cambio de paradigma, cualquier planteamiento que exija que el precio percibido por el productor cubra sus costes de producción. Para que así, añado yo, el importe percibido a modo de la PAC, alcance la consideración de beneficio.

Con todo el riesgo que ello tiene, teniendo en cuenta que recientemente, el comisario europeo ha lanzado un inquietante mensaje que, éste sí, constituye un verdadero cambio de paradigma, al afirmar que es posible que la nueva comisión y el nuevo parlamento europeo lleguen a la conclusión de eliminar las subvenciones agrarias después del 2027 .

Pues bien, a todas aquellas personas y colectivos que defienden el status quo y rechazan el supuesto cambio de paradigma, ¿se imaginan qué futuro le depara al sector productor con unos precios por debajo de costes de producción y sin ayudas europeas?. Nada, ustedes a lo suyo, sigan defendiendo el status quo. Feliz Año Nuevo.



Xabier Iraola Agirrezabala



Comentarios

Anónimo ha dicho que…
¿Es «statu quo» o «status quo»? Es «statu quo». La forma adecuada de esta locución latina, usada con el significado de 'estado de cosas en un determinado momento', es «statu quo»
Anónimo ha dicho que…
Status Quo es una banda británica de rock fundada en Londres en 1962, por el vocalista y guitarrista Francis Rossi y por el bajista Alan Lancaster. Wikipedia

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