Un paso más hacia el final





El pasado 18 y 19 de marzo se celebró en Bruselas una nueva cumbre del Consejo de Ministros de Agricultura y como toda Cumbre que se precie, ha sido calificada por sus protagonistas como trascendental para el futuro desarrollo de la Política Agraria Común (PAC) del viejo continente.

En primer lugar, dadas las dudas que me han sido trasladadas por diferentes periodistas interesados por una reunión tan importante, quisiera ubicar dicha Cumbre en el seno de un complejo procedimiento político-administrativo de ámbito europeo donde la PAC será aprobada tras una ardua negociación a tres bandas (en el argot comunitario utilizan la palabreja “trílogo”) entre la Comisión Europea con el comisario Dacian Ciolos al frente, el Consejo de Ministros de Agricultura y el Parlamento Europeo.

Cada uno de los tres actores de la negociación tiene mucho que decir pero como la UE abarca 27 países y variadas tendencias ideológicas no suele resultar fácil que cada uno de los agentes, en su seno, fije posición para la negociación final a tres bandas y en este caso, la tan trascendental Cumbre lo que ha hechos, no es ni más ni menos que eso, fijar la posición de los ministros de agricultura que se defenderá a capa y espada frente al Parlamento y a la Comisión que, a fin de cuentas, es la autora de los documentos sometidos a debate y aprobación.

Pues bien, centrándome en la Cumbre del día de San José quisiera destacar que los ministros han acordado flexibilizar la convergencia en los pagos directos, convergencia exterior entre los diferentes estados miembro y convergencia interna entre los agricultores de un mismo estado o región. Se ha eliminado la obligatoriedad de un mismo importe para todos los agricultores europeos en 2019 y se ofrecen varias opciones de convergencia para aquellos que estén por debajo del 90% de la media.

Sigue leyendo en Noticias de Gipuzkoa (2013-03-26)

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