Ojala la oferta y demandas lácteas vayan acompasadas (NdG - 2013-12-15)



El sector lácteo vasco celebró una Jornada el pasado jueves 5 de diciembre, en el siempre imponente Kursaal, y en dicho evento se reunieron tanto ganaderos, como responsables de asociaciones, cooperativas, industrias lácteas, servicios veterinarios, casas de piensos, gran distribución, etc.

Fue un evento organizado por ENBA que logró concitar el interés de un centenar largo de personas que volvieron a sus casas con la sensación de saber un poco más sobre el devenir del sector lácteo.

El primer y principal ponente de la Jornada fue Matthew Johnson, experto perteneciente al servicio de estudios del banco holandés RABOBANK. Sí, lo que oyen, en Holanda existe un banco con un potente servicio de estudios dedicado al mundo agroalimentario mientras en Euskadi, salvo a excepción de LABORAL KUTXA (nueva entidad que debe confirmar la trayectoria histórica de una de sus entidades originales como es IPAR KUTXA), todas las entidades financieras pasan olímpicamente de la cuestión agraria salvo para cuestiones folclóricas o agroecológicas que, al parecer, venden en el ámbito urbanita.

Dicho lo dicho, tengo que aclarar que un pequeño grupo de organizadores, ganaderos y cooperativistas nos reunimos la víspera con M. Johnson para intentar sacar el mayor rendimiento a la visita y en el transcurso del encuentro nos anticipó que su entidad, tras la eliminación del sistema de cuotas a partir del 1 de enero de 2015, prevé un incremento en la producción láctea europea del 8% para el periodo 2015-2020.

Un crecimiento desigualmente repartido y limitando dicho incremento a cinco grandes áreas (Irlanda, Holanda, Reino Unido, Norte de Alemania, Oeste de Francia) con una orografía y condiciones climáticas apropiadas para contar con una alimentación animal económica. Es decir, que Rabobank prevé que habrás zonas como Irlanda que incrementen su producción lechera en un 30% mientras en otras zonas europeas,
lógicamente, con peores condiciones naturales, descenderá.

Antes que nada, debiera comenzar diciendo a los no versados en la materia que hasta el 1 de enero de 2015 para poder producir un litro de leche, antes de contar con una vaca, lo que debemos tener es cuota láctea, es decir, un derecho a producir o concesión administrativa que es obligatorio y previo para todo aquel que quiera producir y vender su leche, bien directamente bien a la industria. Por lo tanto, al desaparecer el sistema de cuotas, en principio, no habría limitación alguna a la producción salvo las inherentes a la
propia explotación (tierras, pasto, mano de obra, purines, etc).



Por otra parte, todos los estudios de prospección vaticinan un fuerte crecimiento de la población mundial en las próximas décadas y que consecuentemente, se dará un incremento paralelo de la demanda de alimentos lo que, además de animar los precios, suscitará un incremento de la producción láctea para atender dicha demanda. Prevén un crecimiento fuerte en las primeras décadas para luego ir a un ritmo más ralentizado pero al crecimiento del número de personas consumidoras debiéramos añadir el crecimiento en la expectativa de vida y del nivel de vida de un porcentaje de los mismos lo que, a medio plazo, supondrá una excelente oportunidad para los productos lácteos de mayor Según palabras del señor Johnson, se prevé un incremento en la demanda mundial de unos 18 millones de toneladas anuales y si tenemos en cuenta que según sus mismas previsiones, Europa incrementará en 2 o 2,5 millones su producción anual, podemos
concluir que junto a Europa también habrá otras zonas productoras (Nueva Zelanda, Latinoamérica, Norteamérica, etc) que se apunten al carro de aumentar la producción lo que, consecuentemente, acarreará un incremento en la presión sobre las tierras para producir los alimentos para esos animales. Para que se hagan una idea gráfica del tema, Johnson prevé que el incremento anual en la demanda mundial sería el equivalente a la producción global de Nueva Zelanda.

Ahora bien, el enigma o la duda que surge, escuchados los argumentos, es si la demanda mundial será la prevista y si será acompasada y mantenida en el tiempo de tal forma que el crecimiento en la producción sea asumido por el incremento de la demanda o, si como mucho nos tememos, la demanda no asuma el incremento productivo y dicho incremento, al menos el europeo, acabe inundando y hundiendo el mercado lácteo de los países del Sur.
Dejando a un lado la cuestión de la oferta y de la demanda de leche, el representante de Rabobank dejó un mensaje claro para todos los asistentes y es que España está demasiado expuesta al mercado de la leche líquida, un mercado agotado y débil, por lo que es necesario abordar estrategias de generación de valor añadido que nos sustraigan de la imparable rueda del “precio-precio-precio”.

Ejemplos como el italiano, expuesto por Daniele Mezzogori con un 50% de su producción láctea destinada a quesos con DOP (denominación de origen protegida) y del restante 50%, con un 60% de leche fresca, nos hacen ver que existen formulas que, además de proporcionar valor añadido, nos valen de escudo frente a las importaciones masivas y destructivas que llegan de los países del norte.

Finalizo, recogiendo las palabras de Johnson, que dijo que el 2013 será un año para recomponer los stocks mundiales de leche en polvo que se gastaron en el 2012, por lo que hasta mediados del año 2014 no prevé una bajada de precios.

Xabier Iraola Agirrezabala

xiraola@gmail.com

Comentarios

Entradas populares de este blog

Como pollo sin cabeza

Mecagüen los pisapraos

Nerea