Ganaderos a-sombrados


Dice el refrán que nadie es profeta en su tierra y creo que algo parecido me ocurre a mí al comprobar que el ayuntamiento de mi pueblo, Legorreta, ha votado en contra del plan de inversiones y mejoras que la Mancomunidad Enirio-Aralar planteaba con el fin de dignificar el modo de vida y trabajo de pastores y ganaderos en la sierra de Aralar.

Rebobino. Esta semana tuvo lugar en Ordizia la Asamblea de la Mancomunidad de Enirio-Aralar donde los ayuntamientos propietarios de los terrenos integrados en el Parque Natural de Aralar abordaban el plan de inversiones para el próximo año que aunaba tanto inversiones en desbroces, bordas y accesos a dichas bordas. La reunión fue larga y tensa porque a la disparidad de criterios entre los ayuntamientos había que sumarle la presión de los grupos ecologistas que llevaban presionando por tierra, mar y aire contra la ejecución de los accesos y tengo que reconocer que dicha presión dio sus frutos al lograr que 5 de los ayuntamientos, todos ellos gobernados por EHBildu y en su mayoría, sin apenas ganaderos usuarios de Aralar, votasen en contra de dichos accesos y lo que es peor, agarrándose a un problema de trámite, se proponen retrasar la ejecución del acceso de Goroskintxu, aún a sabiendas que es un proyecto que viene de más atrás.

El plan presentado a la Mancomunidad salió adelante con el voto favorable de otros 9 ayuntamientos pero no deja de ser llamativo que en pleno siglo XXI responsables naturalistas y algún político, desde la comodidad de su guarida urbana, con acceso hasta el portal, wifi a tutiplé, etc. quieran condenar a los profesionales del campo, pastores y resto de ganaderos, a vivir en las condiciones del siglo XIX sólo porque ellos estiman que la mejor forma de mantener el paraíso de Aralar es sin tocar absolutamente nada.

No quiero alargarme en la cuestión pero me revuelven las tripas observar con qué facilidad algunas personas se dedican a fastidiar al prójimo y además...



 se dedican a denigrarlos y tildarlos de filoterroristas medioambientales por el simple hecho de querer un acceso a la borda donde trabajan y cuidan el ganado, mientras ellos, al menos muchos de ellos, agropijos que van al monte en furgonetas carísimas, toman la salda dominical con equipación montañera (de marca, por supuesto), se dedican a mantener a estos pastores dentro de una urna, inmóviles, intactos, puros y castos, según los patrones que ellos consideran deben cumplir todos los moradores de esa zona de sombra que ellos pretenden imponer en la sierra de Aralar mientras ellos están al sol que más calienta.

En fin, a la espera de que la cordura se imponga, les quisiera hablar de dos hechos que han ocurrido en el sector lácteo y que, a mi entender al menos, han pasado sin apenas eco como son la venta de la planta que Iparlat tenía en Cataluña y en segundo lugar, la llegada del grupo TGT a Karrantza.

Pues bien, como saben ustedes, el grupo lácteo Iparlat (participado casi en un 50% por la cooperativa de ganaderos vascos Kaiku) es uno de los interproveedores de Mercadona y dentro del grupo, su planta catalana de Vic era la base desde donde se surtía a la cadena valenciana para aquella área geográfica pero hace bien poco, Iparlat ha vendido su planta a una sociedad participada por otras dos cooperativas lácteas, la catalana Lleters y la andaluza Covap, en una operación cuyo origen, objetivo y/o alcance escapa de mis seseras.

Vender una planta industrial cuya producción estaba vendida de antemano a una empresa distribuidora con la que se trabaja en el resto de plantas del grupo, Urnieta y León (ésta conjuntamente con Covap) no tiene, al menos en mi opinión, ninguna lógica pero quizás la lógica mía y la del señor Roig no sean coincidentes y viendo lo que ha ocurrido con otros interproveedores suyos, cada uno con su peculiaridad (cárnicas, aceite), creo que lo que busca el señor Roig es que nadie le pueda hacer sombra, diversificar interproveedores (aunque ellos no puedan diversificar clientes), evitar su dependencia para con una sola empresa por sector, acercarse a cada una de las áreas geográficas objetivo y de paso, como quien no quiere, poner a sus interproveedores en competencia entre sí.


Por otra parte, el segundo tema que quería comentarles, es la entrada del grupo quesero TGT en Karrantza en la planta que Iparlat tenía en este bellísimo valle vizcaíno, una planta con problemas desde su inicio y que nunca ha arrancado del todo pero que ahora, según parece, ha concitado el interés de este importante grupo quesero que pretende destinar la planta a elaborar queso de oveja amparado en la D.O. Idiazabal pero también un queso de vaca amparado por Eusko Label y finalmente, según parece, optimizaría la planta con el envasado de la leche de los ganaderos de la cooperativa Guvac Leche cuya leche era hasta ahora envasada en Soria y que es comercializada bajo las marcas de Euskal Herria esnea y Bizkaia esnea. Por fin, todo apunta, que las ansias de estos ganaderos carranzanos de envasar en su valle se materializará y por otra parte, también arrancaría el proyecto de queso de leche de vaca acogido a Eusko Label, tras numerosos años de proyectos in mente pero sin terminar de cuajar.

¡Buena suerte, tanto a los de Karrantza como a los de Aralar!


Xabier Iraola Agirrezabala

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