Del sorpasso al sopapo precocinado



Terminé la semana pasada con un viaje familiar a la capital gala, para que no se piensen ustedes que el abajo firmante sólo anda entre Bedaio y Armintza, donde pude conocer en los momentos que accedía a zonas wifi los acontecimientos tan importantes que ocurrieron como es el sonado Brexit y las elecciones al Congreso y Senado españoles.

Lo del Brexit, aparte del temblor que ha ocasionado la decisión y que ha quemado a los dos dirigentes de los dos partidos mayoritarios, mucho me temo que traerá cola y por lo tanto, más allá de las impresiones particulares que uno pueda tener, habrá que esperar para ver las consecuencias reales y no caer en precipitaciones interesadas; ahora bien, dicho lo dicho, tiene bemoles la actitud del ex-alcalde londinense Boris Johnson que haciendo gala, una vez más, de su actitud de pijo rebelde con los riñones cubiertos de titanio, que en vez de afrontar las consecuencias de su actitud irresponsable, ha dado la espantá y se aparta a la espera de mejores tiempos. Por otra parte, habrá que ver qué consecuencias tiene la decisión para el sector agrario británico que durante los últimos años ha tomado todas sus decisiones dependiendo de una PAC de la que ahora quedan liberados pero al mismo tiempo, sin percibir, los importantes fondos comunitarios.

En cuanto al Congreso y Senado, qué quieren que les diga, los resultados son tan sorprendentes que todo Dios nos hemos quedado descolocados, empezando por el propio PP que no se esperaba de lejos la machada de “GureMariano” que ha hecho virtud de su inmovilismo mientras los cadáveres políticos pasan antes sus narices, un PSOE que a pesar de sus peores resultados de la Historia se muestra ciertamente aliviado por no haber sido superados por los podemitas y éstos, que a pesar de haber logrado cinco millones de votos en su primer año de vida, se han llevado un verdadero sopapo cuando lo que pretendían era el sorpasso.

Mucho me temo que los podemitas se habían montado su particular ecosistema basándose en las predicciones de los sondeos electorales y la realidad, una vez más, te demuestra que son cosas bien diferentes lo que uno cree que ansía la población y lo que realmente quieren los de la base. Algo parecido les ocurrió en la legislatura pasada en Gipuzkoa a los de EHBildu al configurar toda su acción política en función de su particular prisma político y sin caer en la cuenta que la sociedad es bastante más diversa y plural de lo que uno cree, o quiere creer.

Pues bien, algo parecido me ha ocurrido a mí en mi viaje a las Galias donde llegué con unas ideas preconcebidas....




 de un país chovinista, amante de lo suyo, de su gastronomía, de sus productos y de sus agricultores y al menos, en lo que yo he visto, tengo que reconocer que la realidad es bien diferente y una vez más, la realidad dista bastante de la idea preconcebida.

En París, en sus comercios, he observado que hay numerosos transformados cárnicos donde se hace mención del origen francés, principalmente del porcino, en las tiendas de comida precocinada he comprobado que se incluye pollo de caserío (fermier) en su gama y algunas historias más pero, en lo que concierne al consumo mayoritario he podido ver que los franceses tiran excesivamente de comida envasada, precocinada y elaborada en lugares de origen desconocido, principalmente, porque cada una de las fases de elaboración ha sido desarrollada en un lugar diferente, y en lo que concierne a la oferta gastronómica de los establecimientos hosteleros, al menos los que yo he visto y catado (les anticipo que no he ido a ningún establecimiento de alto copete por lo que mi opinión, una vez más, es parcial y sesgada) la cocina de plato combinado globalizado e idéntico en todo el mundo mundial, la cocina descongelada y calentada a golpe de microondas y otras cuestiones similares, campan a sus anchas, al igual que lo hacen en el resto de zonas turísticas de Europa y por extensión, del estado español.

Quizás mi visión sea sólo aplicable a las zonas turísticas y en especial, a la zona turística de la capital, pero mucho me temo que el avance de la comida precocinada, precongelada y premicroondanizada es algo imparable y que los diferentes países, y con ello también me refiero al sector productor, deben estar preparados ante este fenómeno masificado y en claro crecimiento aunque, soy de la opinión que el sector productor, junto con sus cooperativas y resto de agentes de la cadena alimentaria debe optar por la vía radicalmente contraria y trabajar más por una cocina y gastronomía tradicional pero elaborada artesanalmente con la mayor frescura posible, con alimentos frescos y de temporada dado que la otra cocina, lo que llamo precocina, presupone una gastronomía basada en grandes y complicadas cadenas, donde el alimento es una vulgar materia prima donde sólo prima el precio y en estas lides, los agricultores, lamentablemente, tienen todas las de perder.

De vuelta a casa, me surge la pregunta de si Euskadi, como país receptor de turistas en claro crecimiento, está preparado para ofrecer al turista de a pie, más allá de los que van a los buenos restaurantes, una gastronomía con raíces y calidad o si por el contrario, vamos a lo fácil, y optamos al igual que en otros muchos destinos turísticos por el plato combinado precocinado, precongelado y precalentado. Espero sus opiniones.

Xabier Iraola Agirrezabala



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