Aquí no sobra nadie




El enérgico Cañete, ahora comisario europeo de Energía, tal y como he escrito anteriores ocasiones, abogó desde un principio por organizar la PAC en función de comarcas productivas superando así, fronteras administrativas y centrándose en la orientación productiva de las tierras.

Junto con ello, su principal objetivo era que no hubiese grandes trasvases de fondos ni entre sectores productivos ni entre comunidades autónomas, en definitiva, que la foto finish fuese lo más parecida posible a la actual con lo que puso a trabajar a todos sus subordinados y echando humo los ordenadores ministeriales para que diseñasen un mecanismo de organización de la nueva PAC, para el periodo 2014-2020, en base a cientos de comarcas productivas que a su vez, se integraban en aproximadamente 25 regiones, de diferente orientación productiva y cuya única coincidencia era el importe medio de la ayuda que percibían las comarcas integradas.

Osea, aclarando, Cañete diseñó un mecanismo que no lo entiende nadie, sin pies ni cabeza y que trae por la calle de la amargura tanto a responsables políticos y técnicos como a los agricultores y ganaderos que, a 8 de diciembre, todavía no saben el nivel de apoyo que van a tener para sus explotaciones.

Tampoco ha debido gustar en Bruselas y por ello conviene tener en cuenta las recomendaciones realizadas desde la propia Comisión Europea que aboga por un mayor desglose en las regiones propuestas por el Ministerio, que se revise la definición de agricultor activo y otra serie de recomendaciones en relación con las ayudas asociadas.

En principio, las recomendaciones son eso, recomendaciones, pero si bien no son obligatorias, si conviene seguir, para no tener problemas futuros.Ahora, el Ministerio, tomando en consideración dichas recomendaciones, ha elaborado 4 nuevos proyectos de Real Decreto para implementar la reforma de la PAC y se espera que los real decretos se aprueben en el Consejo de Ministros del día 19 de diciembre.

Casualidades de la vida, ese mismo día, el viernes 19, un nutrido grupo de gente del sector primario vasco acudirá a la Jornada organizada por la organización agraria ENBA con el título de “La agricultura familiar en el Horizonte 2014-2020” y donde participarán como oradores primeros espadas del panorama agroalimentario como son Ignacio López de ASAJA, Eduardo Aginako del Gobierno Vasco, Eduardo Baamonde de Cooperativas Agroalimentarias, Tomás García-Azcárate de la Comisión Europea y la francesa Brigitte Chizelle para abordar las políticas de rejuvenecimiento y relevo generacional.


Ese día, la inmensa mayoría de los asistentes a la jornada que se celebrará en el Kursaal donostiarra, acudirá con el objetivo de conocer los detalles de la aplicación de la reforma en nuestro país y los diferentes matices que aportarán tanto Ignacio en lo relativo al primer pilar, Aginako explorando las amplias posibilidades que el segundo pilar ofrece a las explotaciones agropecuarias (incluso hasta las mas alejadas como las hortícolas y vitícolas), Baamonde que incidirá en la necesaria estructuración para abordar los mercados y el experto punto de vista, acompañado de su habilidad comunicadora, de Tomás.

Aún así, reconociendo mi interés por escuchar a todos los ponentes, anticipo que mi principal curiosidad radica en lo que pueda decir o sugerir una experta como Brigitte Chizelle para abordar el principal problema que tiene el campo, el relevo generacional.


Convivo en el día a día con numerosos baserritarras y creo acertar al afirmar que ellos mismos, además de lograr la máxima rentabilidad para sus familias, están realmente preocupados por el porvenir de la agricultura, por el futuro de sus explotaciones y por la problemática generada por la falta de relevo en muchas de ellas.

En bastante de ellas, la cuestión va más allá de la propia rentabilidad económica y todos somos conscientes de que existen otras serie de factores internos y externos que debemos afrontar si queremos ofrecer un futuro a las próximas generaciones. La imagen que la sociedad tiene del sector, los modelos de organización del trabajo en nuestras explotaciones, las políticas de mayor valor añadido de la producción, etc. son, sin duda, además de la dichosa rentabilidad, cuestiones que debieran tenerse en cuenta para asegurar que no se produzca una drástica reducción en el número de explotaciones.

Como suele decirse, aquí no sobra nadie, y yo añadiría, todos son bienvenidos y principalmente aquellos jóvenes que buscan un modo de vida diferente al del taller pero, para ello, hay que mejorar nuestras políticas de instalación y rejuvenecimiento.

Nos jugamos mucho en ello por lo que, sin miedo al fracaso, debemos intentarlo.

Xabier Iraola Agirrezabala

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