La banda de los cuatro
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Ya hace unas semanas hablaba de los amores y desamores de Pedro y Pablo, que tanto se acariciaban como zascaban con el permiso del combativo Albert y aprovechando que Mariano sigue en la siesta, y ahora, tras unos cuantos meses de dimes y diretes, tuits y retuits, declaraciones virales y demás chorradas de la política moderna, nos volvemos a encontrar en la casilla de salida de una carrera de trileros que no saben interactuar y cooperar, si no son ellos mismos los protagonistas de la película. Mariano, hace tiemnpo que se echó a la bartola, porque él no quiere participar en ningún juego que no le garantice el sillón presidencial; Pedro se afanó en buscar el cambio con más ganas que acierto y combinando entre lo que él desea y lo que su comité federal le deja; Pablo ha jugado a desestabilizar el tablero con unas formas más que contraproducentes y confiando que a la próxima partida, con la pértiga garzonista, podrá pasar por encima de Pedro y finalmente, está Albert que auto...