El sinvergüenza del carnicero
Reiteradamente he escrito sobre el gran engaño al que nos someten las grandes corporaciones alimentarias con productos que inventan y/o copian para, bajo el paraguas de la salud y del medio ambiente, engordar la cartera de sus directivos y repartir dividendos entre los accionistas. Llevan años intentando hacernos creer que las bebidas vegetales que inventaron para sustituir a la leche y otros productos lácteos, son tan sanas o más, que el original a imitar, y por supuesto, si nos atenemos al argumentario de su potente aparato publicitario, medioambientalmente, mucho más sostenible. Mezclan un 99% de agua con vegetales traídos del más allá y ¡tachán!, ya tenemos el oro líquido altamente beneficioso, sobretodo, para las arcas empresariales mientras, y créanme que lo digo sin acritud, el ingenuo consumidor paga el agua a precio de oro. Tanto es así, que la algunas empresas lácteas que ven languidecer su negocio lechero, han optado por lanzarse al mercado de las bebidas vegeta...