Camino se hace al andar
Mis lectores habituales son conocedores de mi paso por dos colegios, Puente la Reina en Navarra y Alba de Tormes en Salamanca, de una misma orden, los padres del sagrado corazón, popularmente conocidos como Padres Reparadores y en la jerga eclesiástica como los dehonianos, en honor al fundador. De aquella larga estancia de 6 años en el internado no guardo más que buenos recuerdos aunque les tengo que reconocer que, al menos en los primeros cursos, se me hizo bastante duro aquello de no volver a casa más que en tres ocasiones al año, Navidades, Semana Santa y Verano. Particularmente dolorosa me resultaba la Navidad, mejor dicho los previos a la Navidad, cuando lloraba como una Magdalena al escuchar la pegadiza melodía del anuncio turronero con la sensiblera letra de “vuelve, a casa vuelve, vuelve a tu hogar “. Pues bien, no sé si es por el hondo recuerdo de aquellos anuncios o por el poso religioso adquirido en el colegio, la cuestión es que el espíritu navideño se apoderó de m