Malpensado
Flipante, es la expresión que me surgió desde lo más adentro, al leer en un diario tan serio como ABC que una empresa mexicana ha desarrollado un artilugio llamado Biourban, que no es otra cosa que un árbol artificial de cuatro metros de altura que contiene, dentro de su estructura, reactores de microalgas que absorben dióxido de carbono, monóxido de carbono, óxidos de nitrógeno y partículas desde 2,5 micras para alimentarse de ellas y, tras un proceso natural de fotosíntesis, convertirlas en oxígeno, mejorando así la calidad del aire de la zona en la que está situado. Tal cuál. Al parecer, el sistema, que captura entre 40 y 60 toneladas de CO2 al año, realiza la misma labor de aproximadamente 368 árboles naturales y tras su puesta en marcha en México, su representante en España ya se ha puesto en contacto con diferentes gobiernos autonómicos y municipales a fin de garantizarse su instalación y con ello, engordar su balance empresarial . Ya imagino al superalcalde de Vigo, Abe...