Bocadillo de chorizo con pan duro
![Imagen](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjjTMv22fEv9kecisM81DpYmuiorIfNnj_xusOVNZcZhIpNFcJa6L-PI4YPpKciRjChJhN95omRktxRKXvqJcVNiEEC2HyY08H31hJffILscQ-iNlG0_16f-gLMHhEOSGi01sIQomIIL3k/s1600/bocadillo-de-chorizo-iberico.jpg)
Por lo que observo en mi entorno, resulta bastante habitual entre los críos que van a merendar comerse el chorizo y dejar el pan, o tirarlo a cualquier papelera o a la primera esquina que pillen. Mi hijo Martín, que en esto de la merienda es monocultivo del chorizo, al menos, lo hace y como él otros muchos, por lo que somos muchos los padres quienes peleamos para que el dichoso crio se coma el bocadillo en su totalidad y no sólo, lo que en principio es, la parte más jugosa. En la vida ocurre como con el bocadillo y solemos tener que afrontar y asumir que en nuestro día a día hay tareas, personas, entornos y realidades que aúnan tanto aspectos jugosos y agradables al mismo tiempo que otras partes no tan atractivas. Como decían antes los curas cuando te acercabas al altar, “a las duras y a las maduras”. En el sector agroalimentario y más concretamente, en el sector de la restauración o de la hostelería también ocurre algo similar cuando determinados establecimientos o subsec