GILIPUERTAS
Personalmente, desconfío de todo aquel que tras vivir bastantes años en un mismo pueblo ni tiene amigos ni cuadrilla para tomarse unos potes en los bares de su pueblo. Algo hemos hecho mal si tras vivir año tras año en un pueblo no hemos sido capaces de socializarnos y conformar una cuadrilla, ese reducido grupo de incondicionales que tanto te insufla oxígeno cuando la situación general te ahoga como que te agobia cuando lo que necesitas es algo más de libertad de movimiento. La cuadrilla es así, están a tu lado, a veces excesivamente cerca, para lo bueno y lo malo, para cantarte las cuarenta y para recordarte, aún con su silencio, que eres uno de los suyos. Tranquilos, no es mi intención hablar hoy sobre la amistad pero sí que quisiera mencionar los cambios, profundos cambios diría yo, que se están produciendo en nuestra vida y que están cambiando radicalmente tanto nuestro día a día como nuestra concepción de la vida cotidiana. Cuando yo era pequeñito mis padres...