Figurantes con cara de tonto
El pasado fin de semana un rebaño de algo más de mil ovejas cruzaron por las más céntricas calles y plazas de Madrid con motivo de la Fiesta de la Trashumancia. Al parecer, según la web de turismo de Madrid, es una fiesta que se viene haciendo desde el año 1994 y el objetivo principal de la misma es reivindicar el papel de la trashumancia y la ganadería extensiva como herramienta de conservación de la biodiversidad y lucha contra el cambio climático . Si ustedes recurren a la hemeroteca o las redes sociales observarán unas sorprendentes fotos de esas mil ovejas que circulan por la antigua Cañada Real mirando atónitas a los miles de personas que las asfixiaban con el afán de verlas, tocarlas y retratarlas para, no faltaba más, subir las fotos al instagram o tik tok de marras. La escena resulta , cuando menos, esperpéntica. Mil ovejas como figurantes de un acto teatralizado y miles de personas que, tras darse su garbeo campero en plena villa del madroño, se lanzan a los bares...