Tapando agujeros
Gracias a Dios, han finalizado las elecciones presidenciales de los Estados Unidos de Norteamérica. El resultado, por otra parte, lo tengo que reconocer, me ha dejado traspuesto puesto que deseaba con todo mi alma que saliese victoriosa Kamala Harris, y no solo para que fuese la primera presidenta del país, si no porque, teniendo en cuenta la edad de Donald Trump, me imaginaba que la perdida de las elecciones conllevaría consigo mismo, su desaparición del panorama político. Pues bien, tal y como dice el dicho popular, ¿no quieres taza? pues, toma taza y media. Además, como a uno le gusta más la política que a un tonto una gorra de cuadros, resulta que tras esta larguísima pre-campaña y campaña, resulta que sé mejor los condados de los siete estados bisagra que las comarcas de mi territorio histórico o de algunas comunidades autónomas cercanas. Es lo que tiene centrarse en lo lejano para hacer un inmejorable ejercicio de escapismo de lo cercano. Evadirse, que diría aquel. Sabem...