Nerea
Estoy pensando en escribir al
ayuntamiento del Valle de Karrantza, valle rural donde los haya ubicado en el
Oeste del Territorio Histórico de Bizkaia, para que coloquen una escultura en
honor a Nerea.
Aclaro. Nerea, persona a la que
no tengo el gusto de conocerla, es una chica joven que acaba de incorporarse al
sector productor lácteo y la persona titular de la explotación ganadera de
vacuno de leche número 236 de Euskadi y aunque, no es que sea ninguna
explotación diferente de las restantes, si merece destacarla, porque, tras años
de constantes e imparables bajadas en el número de ganaderos en Euskadi, algo
extensible al conjunto del estado español y de Europa, este mes de Marzo del
año 2023 es digno de enmarcarse dado que, como decía, tras muchos años de
descensos, hemos pasado de tener 235 ganaderos a 236 y esa nueva incorporación,
es precisamente Nerea.
En lo que va de mayo del 2022 a
Abril del 2023, en el estado español han desaparecido 689 explotaciones
lecheras, pasando de 11.129 a 10.440, ósea un 6,20% menos, y en el caso de
Euskadi, otro tanto, hemos pasado de 259 a 236 (incluida Nerea), 23
explotaciones menos, ósea un 8,9% menos.
Por todo ello, comprenderán mi empeño
en que Nerea cuente con una escultura en la mitad de la plaza del pueblo, no
porque sea mi amiga, si no, porque con la que está cayendo en el panorama ganadero,
ha decidido liarse la manta por la cabeza y emprender, de cero, además, en el
sector vacuno de leche. ¡Ole tus ovarios!
Muchos de ustedes, señores
lectores, estarán pensando que el juntaletras, agroagitador y/o agrotocapelotas
que suscribe, se ha vuelto loco para cuando ha decidido elevar a categoría de
heroicidad un caso, tan individual como único pero, siento decirles que,
lamentablemente, casos como el de Nerea son ejemplos rarísimos en nuestro
sector primario, especialmente, en el vacuno de leche, y no se crean que es por
falta de voluntarios, que también, si no porque algunas empresas lácteas y
algunas cadenas de distribución han decidido que no hay nada mejor para sus
intereses que un sector productor inmerso en pérdidas, asfixiado con las deudas
por las inversiones acometidas y por lo tanto, amarrado a la pata de la vaca.
Empresas capitaneadas por
Lactalis (Puleva) y cadenas de distribución, todas a una, crearon hace unas
semanas un relato para justificar la bajada del precio al ganadero que van
desde los 10 céntimos de Lactalis hasta los 5-6 céntimos de Asturiana, Mercadona,
Kaiku, Eroski, etc. y el relato no era otro que, la insostenibilidad del
mercado español de leche con una leche 8 céntimos más cara que en Francia y en
otros países que importan leche y lácteos. A lo que, desde el sector, se les ha
respondido, con serenidad, pero rotundamente, que, durante los últimos 28
meses, ósea 2 años y medio, el precio medio estatal ha sido inferior durante 23
meses al de Alemania, 18 meses al de Francia, 25 meses al de Holanda y 24 meses
inferior a la media europea, sin que ninguno de ellos haya dicho, esta boca es
mía. Por lo tanto, queda claro que, las referencias exteriores, son una excusa
a la que se recurre, única y exclusivamente, cuando se pretende bajar al
ganadero.
Desciende la intensidad del ruido
y de los argumentos exteriores, pero, dichas empresas, industrias y
distribuidoras, siguen con sus bajadas, aún a sabiendas, y así lo expresan sin vergüenza
alguna, que dichas bajadas, al situar al ganadero a pérdidas, provocarán, sí o
sí, un descenso de la producción y reflejo de ello será que en otoño-invierno
volverán los lineales vacíos en las tiendas.
Así, tan claro como frustrante,
las industrias lácteas y las cadenas de distribución han decidido bajar al
ganadero para hacer caja, recuperar rentabilidad y ahorrar para volver a
subirles, en otoño, cuando empiece a faltar leche en los lineales. Es, tal y
como decía en algún artículo anterior, mantener a los ganaderos en la cuerda
floja, 3 meses por encima de la línea roja y 15 por debajo de la misma y así,
como comprenderán, no hay futuro que valga.
Ni en la coyuntura actual ni en
el horizonte que estas industrias, con el silencio cómplice del Ministerio, han
diseñado y están ejecutando para el sector lácteo estatal, no hay cabida para
ninguna Nerea nueva. Por ello mismo, saludémosla, hagámosle el merecido
homenaje, aun a sabiendas que el mejor homenaje para Nerea y para los pocos
jóvenes que puedan incorporarse al sector lácteo, es dotarles de estabilidad y
esperanza. Todo lo demás, es papel mojado.
Xabier Iraola Agirrezabala
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