Cuestión de Huevos
Estos últimos días han resultado especiales para uno. Mientras una de mis caras, la sonriente y pánfila, se alegraba por la disolución de la banda terrorista ETA queriendo creer que asistimos al cierre definitivo de una larguísima etapa de terror y dolor para nuestro pueblo, la otra cara, la reflexiva, se entristece al comprobar que todo el dolor ha sido, tal y como nosotros ya sabíamos, totalmente inutil tanto para nosotros, los sufridores, como para ellos, los protagonistas del terror. No puedo ni debo olvidar a todos aquellos que han, hemos, sufrido y en estos momentos agridulces no puedo dejar de acordarme de María, la hija de mi amigo Juan Mari Jauregi, Ibai, el hijo de mi convecino Mikel Uribe, y de mi amiga Idoia, que aunque no le mataron a nadie, nunca olvidaré su boda que resultó ser algo realmente trágico cuando en la sobremesa supimos que ETA había ejecutado al joven concejal Miguel Angel Blanco. Desde la esperanza de un futuro mejor, con el deseo de que mi hijo Martí...