La piedra angular
Hace bien poco tuve conocimiento que era un turófilo. Un amante del queso. Por ello, comprenderá usted, que, para un obseso del queso como yo, supone un gran honor participar como jurado en un concurso de productos lácteos llamado ESNEKI que se celebra en Tolosa, perfectamente organizado bajo la batuta del equipo de LEARTIKER, donde además de leche, yogures, etc., el plato fuerte, obviamente, es el queso. De diferentes especies (oveja, vaca y cabra), de diferentes modalidades (fresco, lácticos, curados, azules, etc.) pero con una única condición, debe ser un queso vasco, de los siete territorios que conforman Euskadi a ambos lados del Pirineo. Sin querer ahondar en la polémica que generé tras un artículo escrito tras la primera edición de dicho concurso, tengo que recordar que Euskadi tiene el queso Idiazabal como gran e indiscutible referente de nuestra gastronomía y como producto estrella del sector ovino. No obstante, junto a la estrella del Idiazabal están naciendo y consolida