El pilar del caserío

En Euskadi, particularmente, en su mundo rural, el caserío y/o la casa familiar marca mucho. Tanto es así que mucha gente, familias completas, son conocidas por el nombre del caserío y cuando se les hace mención, en euskara, se suele anteponer el nombre del caserío al del nombre de la propia persona y así, por ejemplo, al hacer referencia a una vecina, recientemente fallecida, decimos “Ajoaingo Maritxu” que se traduciría por Maritxu de(l caserío) Ajoain. Este jueves, por cierto, dimos el adiós a Arretxeko Pili, es decir, a Pili (Zubiarrain) del caserío Arretxe en el municipio de Altzo, un pequeño pero bellísimo pueblo de la comarca de Tolosaldea, quien a sus 58 años falleció tras haber sufrido un infarto el día 1 de mayo. Pili, fue abogada, la primera, de la organización agraria ENBA de Gipuzkoa, donde yo trabajo, y si bien su carrera profesional discurrió vinculada al mundo del derecho, su origen en el caserío Arretxe le marcó profundamente, dado que es un caserío, caserón que dir...