El ritmo de la muerte
Lo confieso. Ni he visto ni leido nada sobre la boda del año, la boda de Tamara Falcó. Lo sé, soy un pecador imperdonable. Por contra, como penitencia, ví entero el debate electoral entre Sánchez y Feijoo. Bronco, tal y como han definido numerosos medios, en las formas y decepcionante, en cuanto a contenidos. Brillaron por su ausencia temas cruciales para los tiempos actuales y qué decir, sobre los temas de futuro que no fueron, siquiera, mencionados. Por no hablar, de los temas que atañen a Euskadi y que no aparecieron, ni en el intermedio. Personalmente, les tengo que reconocer que aguanté, libreta de notas en mano, con el único fin de anotar los planteamientos y cuestiones relativas al sector primario y todo lo relativo al despoblamiento rural, la España vaciada, etc., más ahora, que he visto a Feijoo en bastantes ocasiones visitando pueblos rurales y reivindicándose como niño de la aldea. Pues ni con esas, nada de nada. Al parecer, ni uno ni otro, tenían entre sus priorida...