Los nuevos aires de EROSKI
Hace
aproximadamente quince días acudí a la Escuela Agraria de Arkaute
con motivo de la Asamblea de la Federación de Cooperativas
Agroalimentarias de Euskadi que discurrió con la tranquilidad y
cordialidad habitual en una organización bien engrasada donde el
tandem Montoya-Nubla funciona perfectamente.
Dicha
Asamblea fue complementada con la charla del presidente de Eroski,
Agustín Markaida quien aprovechó el foro para trasladar un mensaje
de cercanía y compromiso de la distribuidora de Elorrio con las
empresas agroalimentarias vascas, muchas de ellas allí presentes al
ser empresas de base cooperativa.
Markaida
hizo un repaso de la dilatada historia de la firma que preside y de
su proyecto anclado en esta tierra a través de sus socios
cooperativistas-trabajadores y consumidores que, sorprendentemente al
menos para mí, llegó a cuantificar en 600.000 consumidores
asociados y además de mostrar la dura situación que vive por una
gran deuda acumulada por su proceso inversor en estos últimos años,
agudizada por la grave crisis que sacude a todos las empresas pero,
sobretodo, a las más adeudadas.
Si
hacemos caso a sus palabras y no tengo motivo para desconfiar de
ellas puesto que su diagnóstico coincide con el de otros muchos,
mientras la alimentación se mantiene a duras penas (se mantiene más
o menos el número de kilogramos-litros consumidos per capita aunque
el valor de los mismos se reduce por el empuje de las marcas blancas
y de los establecimientos hard-discount), las secciones
No-alimentación han descendido en un 50% en los últimos 4-5 años
con lo que, consecuentemente, los establecimientos más castigados
han sido los hipers con grandes secciones ajenas a la alimentación y
por lo tanto, serán los pequeños y medios establecimientos los
focos de atención de una firma que se aferra a la alimentación como
clavo ardiendo.
En
esta complicada tesitura, Markaida presentó el proyecto comercial
que ellos denominan la tienda EROSKI CONTIGO que, tras su éxito en
la tienda piloto de Zarautz, quieren extenderla a toda su red con el
objetivo de hacerle llegar al consumidor una gran variedad de
productos, muchos de ellos productos de cercanía, que le serán
ofrecidos en función de lo que aporte a la salud de sus consumidores
y de la sostenibilidad en su proceso de fabricación.
Según
Agustin Markaida, la firma elorriotarra, aún siendo consciente que
el precio es y será un factor de compra muy a tener en cuenta,
piensa reinventarse para atender las necesidades de un consumidor que
además del precio aprecia una amplitud de gama de producto, que
valora poder comprar productos agroalimentarios de su entorno más
cercano más saludables y sostenibles. Ósea, la salud y la
sostenibilidad serán las claves de la oferta alimentaria de la
tienda CONTIGO.
Hasta
aquí no he hecho más que trasladar lo que llegué a captar en dicha
charla, ahora bien, ni quiero ni debo finalizar esta columna de hoy
sin trasladar a los lectores que la perplejidad fue el sentimiento
que se apoderó de una gran mayoría de los allá presentes puesto
que los deseos y proyectos de Markaida no casan para nada con la
realidad que hemos conocido en los últimos años de una Eroski
centrada en el factor precio, esforzándose en ser calco de DIA y
Lidl, limitando su gama de producto a poco más que la marca blanca y
con unos establecimientos donde el servicio al consumidor no es,
precisamente, su punto fuerte.
La
amplitud de gama de productos, la salud del consumidor y la
sostenibilidad nos posibilitan, aprovechándonos de la autonomía de
cada tienda que defendió Markaida, al menos en lo que alimentación
se refiere, hacia la producción de cercanía y Eroski debe saber que
los baserritarras, sus cooperativas y productos esperan mucho de él,
Confío en que los deseos de Markaida y los nuestros confluyan.
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