Los pastores esperan a Aldanondo




Lo más gratificante de escribir esta columna de opinión es observar la reacción de la gente, especialmente los expresamente afectados en mis escritos y cómo no, recibir la opinión de los lectores a través del blog Kanpolibrean. Este feed-back me satisface y enriquece al mismo tiempo.
Mi opinión sobre la innecesaria Ley del Paisaje soliviantó a Joseba, que justifica su necesariedad al afirmar que son muchos los baserritarras que tienen los cierres de fincas y alrededores de caseríos hechos un verdadero asco. En algunos casos no le falta razón, yo mismo les suelo conminar a adecentar el lugar en que trabajan y viven, pero ello no justifica la redacción de una nueva legislación paisajística.
Por otra parte, mi último escrito versaba sobre las huertas de ocio y la competencia desleal, y ello ha hecho reaccionar como un muelle a Fernando, peluquero de Pasaia, que compartía mis argumentos y agregaba los suyos con una amarga queja por la competencia desleal de los peluqueros con precios bonificados de hogares del jubilado municipales y del daño que les ocasionaban los/las peluqueros/as aficionados que van por las casas a precios de saldo al no tener que abonar ni impuestos, ni gastos de local, etc. No le falta razón.

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