Morir matando
El pasado domingo, cientos de miles de personas del mundo rural invadieron, eso sí, pacíficamente, las calles de Madrid. Miles de agricultores, ganaderos, cazadores y demás gente del mundo rural, vinculadas al mismo, bien profesionalmente bien socialmente y/o como mero respaldo ciudadano, se echaron a la calle y apoyaron con su simple presencia el grito desgarrador de un mundo rural y un sector primario que, lenta pero inexorablemente, languidece. A lo largo del día, los cámaras y fotógrafos más avezados, tomaban imágenes de los personajes más curiosos y estrafalarios que poblaban la movilización, al objeto de que los editores de sus medios de comunicación pudieran tener elementos de enganche con los que justificar la campaña de ridiculización que tenían orquestada. Que si los marqueses a caballo, que si los cazadores disfrazados de Rambo, que si los señoritos y sus siervos en Los Santos Inocentes, … todo lo que sea, lo posible y lo imposible, con el objetivo de ridiculizar, ...