Todo, o casi todo, según lo previsto



Vuelvo a la carga tras el descanso estival, más breve de lo que quisiera alguno y que ha rodado, en lineas generales, según lo previsto. A los días en el campamento base de Armintza (playa, lectura y paseito) le añadimos, siguiendo la costumbre de los últimos años, unos pocos días en un camping en Las Landas en compañía de unos buenos amigos.

Según lo previsto, el primer día nublado lo aprovechamos para visitar la feria de Hossegor y su concurrido casco comercial donde me llamó poderosamente la atención la reforma de una heladería-cafetería donde su principal argumento comercial era que la calidad de su establecimiento se basaba en la calidad de la leche utilizada que era suministrada por su ganadero “particular” y cuyo nombre y municipio figuraba tanto en los murales que embellecían el establecimiento como en otros soportes como la carta.

Sé que a muchos les parecerá una txuminada lo que he apuntado pero viendo la nula importancia que muchísimos establecimientos hosteleros, por muy de postín que se tengan para sí, conceden a la leche con la que elaboran sus cafés, postres, helados, etc. y lo habituados que estamos a que nuestros bares y cafeterías tiren de la leche más barata que pillan en los grandes centros, comprenderán que me haya llamado tanto la atención esa referencia a la excelente calidad de la leche de su productor local y lo recalco, confiando en que más de uno que me lea, reflexione y se apunte a esta moda por lo local y de calidad.

Por cierto que la leche era el talón de Aquiles que tenía la cadena EROSKI para redondear su firme y plausible apuesta por la producción local y por lo tanto, es de agradecer que recientemente ....

haya alcanzado un acuerdo con los ganaderos de SAT Valle de Karrantza para que le suministren producto con el que ofertar leche con su propia marca, Eroski, es decir, su marca blanca. Eroski ha sido incapaz, y no será por falta de intentos, de recomponer sus relaciones con la cooperativa mayoritaria KAIKU tras haberles hecho algo más que una jugarreta en un pasado no tan lejano, y por ello han optado finalmente por conveniar con SAT Valle de Karrantza que sean ellos los garantes del origen vasco de su leche.
Independientemente de la lectura que cada uno pueda hacer de los tiempos pasados lo cierto es que, en mi opinión personal, el acuerdo entre Eroski y los carranzanos es una buena noticia tanto para los elorriotarras, redondeando así su apuesta por lo local, como para los ganaderos, tanto los directamente afectados de SAT Karrantza como para el conjunto del sector que ve como el sector productor se estructura en 3 proyectos, el principal de KAIKU (Kaiku Korporazioa y Mercadona) y los 2 secundarios de GUVAC Leche (Bizkaia esnea) y el de SAT Valle de Karrantza (Eroski) ante la imposibilidad, por ahora, de lo que yo consideraría lo mejor para todos que no sería otra cosa que la integración de los 3 proyectos en un único proyecto. Tiempo al tiempo.

Por otra parte, también el arranque del curso se hizo según lo previsto con la celebración de las Euskal Jaiak de Ordizia y su afamado concurso-subasta del mejor queso Idiazabal elaborado por pastor, acto litúrgico-gastronómico de la cultura pastoril vasca donde los cofrades del queso concelebran ceremoniosamente un magnífico acto de ensalzamiento del queso Idiazabal y de la actividad pastoril y este año, particularmente, quisiera destacar el primer premio obtenido por el joven pastor ordiziarra, Joseba Insausti, del caserío Otatza, que obtuvo el galardón con un queso elaborado en la borda Esnaurreta en la que este joven vive todo el verano gobernando su cabaña de ovejas latxas.

Joseba elabora un magnífico queso en su borda (no hace muchos meses recibió el premio al mejor queso del Estado de manos de la ministra Tejerina) en la que tiene su pequeña quesería y a la que puede acceder con su vehículo porque es de las bordas que cuenta con acceso, cuestiones que subrayo al ser de plena actualidad en una zona como la sierra de Aralar donde algunos movimientos ecologistas, acompañados en la sombra por técnicos de salón, se cierran en banda a todo avance que mejore las condiciones de vida y de trabajo de los pastores y de sus familias al equiparar cualquier mejora en sus infraestructuras con una gran catástrofe medioambiental sin caer en la cuenta que para la montaña, el paisaje, la biodiversidad y para todo lo que se puedan imaginar, el enemigo a batir no son las bordas, las pistas de acceso, suministro de agua, etc. sino el abandono de la actividad ganadera.

Termino haciendo mención a otra cuestión también prevista en el guión de la liturgia de Ordizia que no es otra que la subasta, cuya recaudación es para fines benéficos, aunque todavía hay alguno que piensa que la pasta se la embolsa el pastor premiado, que suele ser utilizada por diferentes empresas, la mayoría del ramo hostelero, para promocionarse dada la omnipresencia de medios de comunicación y este año, el ganador de la subasta es la empresa cárnica Okeletxe, empresa de Asteasu que va ampliando su red de carnicerías por toda la geografía guipuzcoana y cuyo responsable afirmó que habían apostado fuerte “porque el queso de pastor coincide con los valores de Okeletxe: tradición, calidad y producto local” sin caer en la cuenta que en este país nos conocemos todos, o casi todos, y que su apuesta por la “carne local” es, cuando menos, manifiestamente mejorable.

En fin, como comprobarán, todo, incluido éste artículo, según lo previsto.

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