Teresa hace las maletas

 



Los mentideros políticos de la corte madrileña están que hierven dado que los dos grandes partidos estatales no han decidido, todavía, quién será la persona que encabece la lista electoral para los comicios europeos a celebrar el próximo 9 de junio. Los mentideros y los rumores centran los “sesudos” análisis de los tertulianos que, paradójicamente, saben de todo.

Fijando la agrolupa en los nombres que suenan, tengo que reconocer que, dentro de los nombres que se barajan en el Partido Popular, no destaca ningún nombre que resulte de referencia para el sector primario, ni para bien ni para mal, por lo que esperaremos a ver quién es la persona encargada de la materia. Por otra parte, aunque nada tenga que ver con el PP, le informo que los supuestamente ultradefensores de los agricultores, VOX, ya han decidido descartar a la correosa eurodiputada Mazaly Aguilar que, bien o mal, estaba plenamente centrada en la cuestión primaria.

Ahora bien, siguiendo con el tema de marras, sigo con atención las noticias que surgen sobre la cabeza de lista del PSOE para el Parlamento Europeo y más concretamente, sobre el nombre que más suena, el de la actual ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera.

A la primera de cambio, una gran alegría se apoderó de mí, dado que su acceso al Parlamento Europeo supondría que tuviese que abandonar su sillón en el Consejo de ministros y, en consecuencia, siempre a la espera de conocer su sustituto/a, podríamos contar, salvo que se imponga la Ley de Murphy que dice que todo es susceptible de empeorar, con un Ministerio de Transición Ecológica más favorable a los intereses del sector primario. Una ministra, por cierto, que cada vez que ha fijado su mirada en el campo, es para apretarlo, asfixiarlo y para aprobar disparates tan relevantes como es la nueva legislación sobre el lobo que imposibilita cualquier control y/o gestión de una población creciente.

Dice mi suegra “qué poco dura la alegría en casa del pobre” y algo así he pensado al comprobar, en los mentideros y en los corrillos periodísticos de la corte, que la apuesta de Sánchez por Teresa Ribera no se limita a que acceda al Parlamento Europeo, si no que su objetivo final es que Ribera sea la próxima Comisaria de Medio Ambiente en la nueva Comisión que surja tras las elecciones. Ósea, la mandamás de cuestiones medioambientales de toda la Unión Europea. Dios nos pille confesados.


Al igual que VOX, el PSOE también perderá, al parecer por decisión propia, a la agroparlamentaria Clara Aguilera que, aunque discrepo de ella en algunas cuestiones, le reconozco que se ha dedicado en cuerpo y alma a la cuestión agraria.

Que todos y cada uno de los partidos cuenten con representantes cercanos al agro, los más grandes con diputados especializados en la materia (los antes mencionados son ejemplo de ello) y los más pequeños con personas sensibles a nuestra realidad (la única diputada de EAJ-PNV, Izaskun Bilbao es un buen ejemplo de ello), es garantía de que la voz del campo llegue al hemiciclo europeo donde los potentes lobbies del medioambiente, de la agroindustria y de animalistas, campan a sus anchas, mientras los agricultores, por mucho que lo intenten a través del COPA-COGECA, lamentablemente, para que sean atendidos, se ven abocados a sacar los tractores a la calles para que, de una vez por todas, sean tenidos en cuenta.

En definitiva, un sector tan importante como el primario compuesto de miles o millones de explotaciones distribuidas y diseminadas por todo el territorio, con una tendencia inherente al individualismo, requiere y necesita del apoyo y del trabajo conjunto con los representantes políticos presentes tanto en los ejecutivos como en los diferentes parlamentos y legislativos.

Como comprenderá, estimado lector, no me refiero únicamente al Parlamento Europeo con el que he arrancado la filípica de hoy, si no también a esas otras instituciones como ayuntamientos, diputaciones y juntas generales, parlamentos, congreso, etc. con las que hay que bregar en el día a día. Cada vez es menor el número de personas en el sector primario y mundo rural y, lamentablemente, cada vez, contamos con menos referencias primarias con las que trabajar el día a día. Dicho esto, no puedo más que acordarme de dos especialistas en la materia como, la parlamentaria popular, Mari Carmen López de Ocáriz y el parlamentario nacionalista, Luis Javier Tellería.

Eso sí, el sector primario tiene que ser consciente de la importancia de contar con buenos representantes políticos en ejecutivos y legislativos y para ello, hay que trabajar dentro de los partidos para que se incluya gente del sector o de sus aledaños en las listas,  pero igualmente, las organizaciones agrarias también deben ser conscientes que la colaboración de los políticos hay que trabajársela con un trabajo callado, discreto, continuado y colaborativo a lo largo de toda la legislatura y así, sólo así, con una atención personalizada hacia cada partido político y hacia sus referentes en la cuestión, será posible que recojamos los frutos que queremos y necesitamos.

Veremos que es lo que dan de sí, los representantes que hoy elegiremos los vascos para nuestro parlamento o dentro de un par de meses, para el Parlamento Europeo.

Xabier Iraola Agirrezabala

 

 

 

 

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