30 pasitos para atrás
N o quisiera pecar de pesado con el asunto de la reforma de la PAC, pero mis lectores habituales son conocedores de la importancia que dicho asunto tiene para los baserritarras, la industria agroalimentaria y, por extensión, para todos aquellos que, directa o indirectamente, dependen de la producción agroalimentaria sea porque la producen, transforman, comercializan, inspeccionan o por el motivo que fuere. Pues bien, la semana pasada se celebró en Madrid la Conferencia Sectorial Agraria de la que el ministro Arias Cañete, respaldado unánimemente por consejeros autonómicos del PP, UPN y PSOE, salió victorioso, y donde solo votaron en contra los consejeros vasco y catalán, representantes de los incombustibles nacionalistas periféricos, que volvieron abrumados por la invasión de competencias en toda regla que protagonizaba el simpático Cañete jaleado por el coro de palmeros que apostaron por una aplicación estatal de la PAC para evitar complicaci