Los baserritarras también quieren ganar el 1% del abuelo




SOY asiduo cliente de los trenes de cercanías de Renfe y gracias a ello conozco un pica muy majo que suele contar una anécdota donde una vez le preguntó a su abuelo, titular de una taberna en su pueblo, sobre la marcha del negocio y éste le respondió diciendo que él compraba el vino a 1 peseta, lo vendía a 2 pesetas y que, con ese 1%, el negocio iba tirando. Sí, lo que leen, el abuelo afirmaba que ganaba un 1% cuando en verdad lo que ganaba era un 100%.
En la estación de Donostia existe un puesto de venta de dulces, gominolas, etc. que, entre otras muchas cosas, vende manzanas y para que vean hasta donde llega el recargo de algunos, cobra 1,10 euros cada manzana golden cuando un kilo de las mismas cuesta normalmente 1,60 euros/kilo.
Igualmente, he visto en El Corte Inglés de Bilbao un kilo de alubias de Tolosa a 24 euros (habitualmente a 12) y un queso Idiazabal de mis amigos de Gomiztegi a 36 euros (habitualmente a unos 16 euros) u otros casos donde un queso de pastor vendido a 9 euros al distribuidor es vendido al consumidor, al minuto dos, a 18 euros.
No son los únicos, existen numerosos casos en los que el último eslabón, el comercio y/o distribución, carga un porcentaje desproporcionado a los productos lo cuál supone un encarecimiento inexplicable para el consumidor final y de paso, se produce, por derivada, un tratamiento injusto para el productor que se sitúa al inicio de la cadena alimentaria.

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