El cabreo de Putin y de los baserritarras
Soy consciente de que más de uno se va llevar un
buen chasco al comprobar que vuelvo con mis artículos semanales
sobre agricultura, alimentación y/o desarrollo rural. Son varias
semanas las que he estado ausente y la verdad sea dicha, tampoco es
que hayan pasado grandes cosas en el panorama agropecuario. Aún así,
no quisiera dejar pasar la oportunidad para comentar ciertas
cuestiones que, aún no siendo todas del mismo nivel de importancia,
sí quisiera comentarlas.
Comienzo destacando un detalle que me ha llamado
la atención en mi estancia en un camping de las Landas. Como sabrán,
los franceses son muy suyos, chauvinistas o nacionalistas, como
quiera decirlo uno. La cuestión en que en todos los comercios,
tiendas y restaurantes se subraya la importancia del origen francés
de los productos consumidos, bien sean frescos o elaborados, incluso
en los folletos comerciales se distingue si el producto alimentario
es de origen francés o si por el contrario, es únicamente
transformado en Francia y es por ello, que me ha llamado la atención
que el vino de bienvenida que daba el camping en cuestión fuese un
vino clarete de origen español, eso sí, embotellado en la Galia y
ello me hizo recordar, la imposibilidad de las empresas lácteas
estatales para introducir en el mercado francés leche ya envasada
cuando aquí está más barata que allá, mientras, cuando los
precios son al revés, la leche francesa, bien en cisternas bien
envasada entra sin impedimento alguno, eso sí, con la inestimable
colaboración de la industria y/o distribución participada por
capital francés.
En segundo lugar, quisiera destacar el follón que
ha montado ese señor Putin al que tanto agrada lucir su pechera al
descubierto sin caer en la cuenta que hace un ridículo espantoso, al
reaccionar frente a las medidas adoptadas por la UE ante su actitud
para con Ucrania, con un veto a la exportación de productos
alimentarios europeos, al menos a unos cuantos, que ha hecho
verdadera pupa en ciertos sectores como el hortofrutícola y lácteo.
Este episodio veraniego muestra bien a las claras
los efectos de la globalización, las consecuencias de determinadas
decisiones políticas en la economía real de los sectores
económicos, como en este caso ocurre con el sector agroalimentario,
y expone con crudeza la falta de políticas de regulación del
mercado en una PAC a la que se ha ido desplumando y desprovisto de
cualquier herramienta para afrontar una crisis de mercado como la
provocada por el presidente ruso.
Cada vez más, los mercados globales y
globalizados están cada vez más interconectados, interdependientes
y lo que es peor, los productores están cada vez más desprotegidos
de cualquier herramienta que les permita afrontar con ciertas
garantías de éxito, los altibajos que conlleva la dichosa
volatilidad de los mercados en función de variables que nadie, o
casi nadie, controla (variables climáticas, sequías, terremotos,
guerras, especulación bursatil, estrategias energéticas, golpes de
estado en países terceros, etc).
En esta tesitura, se reunieron los ministros
de agricultura de la UE en Bruselas el pasado día
cinco de septiembre con objeto de debatir
exclusivamente sobre el impacto de la crisis derivada del cierre de
las fronteras de Rusia para los productos agrícolas de la UE y
analizar posibles medidas recogidas en un documento de la Comisión
Europea.
Por el momento los principales
sectores afectados son las frutas y hortalizas, la mantequilla y los
quesos y los
países que se han visto más dañados son Polonia, España,
Finlandia Alemania, Lituania…
El documento de la Comisión
apuesta por un aumento de la retirada, restituciones a la
exportación, ampliación del almacenamiento privado, medidas de
emergencia, derogación de normas de la competencia para las
organizaciones de productores, si bien es
cierto que casi nadie es capaz de prever la magnitud del efecto Putin
y de su traslación a los productores agrarios puesto que habrá que
ver si las medidas aprobadas hasta el momento de almacenamiento
privado, promoción de consumo y búsqueda de nuevos mercados
alternativos, son eficaces y logran aliviar los efectos y
habrá que ver cómo evoluciona el conflicto político.
Unos efectos, reales y
tangibles en algunos casos como el hortofrutícola con manzana polaca
hasta ahora exportada a Rusia ofrecida en el mercado europeo interno
a precio burra y la presión de la grasa láctea y el 33% de los
quesos europeos que iban al mercado ruso mientras también hay que
reconocer que dicha coyuntura es aprovechada, por los de siempre,
para estrujar aún más a los productores.
Comentada la cuestión rusa no quisiera finalizar
mi escrito sin hacer referencia al cabreo, nunca mejor dicho,
palpable en el sector ganadero gupuzcoano por la polémica batida de
cabras acometida por algunos guardas forales del servicio de montes
de la Diputación Foral de Gipuzkoa.
La sociedad vasca ha podido acceder por diversos
medios de comunicación a las pruebas gráficas y videos que
demuestran la inexplicable actuación foral que ha provocado la
muerte de 9 animales y no es mi intención volver a incidir en dicha
cuestión.
Ahora bien, sí quisiera reseñar la diferente
vara de medir con la que actúa la autoridad foral que mientras en
este caso, daños provocados por un ganado de propiedad privada en
una plantación piloto promovida por el ayuntamiento de Azkoitia, se
recurre a la montería foral mientras cientos de baserritarras
sufren, día sí y día también, los daños provocados por
incontables jabalíes y corzos en sus praderas, maizales y
plantaciones forestales, por cierto, especies cuya repoblación fue
auspicida o al menos permitida por la propia administración foral en
virtud de la sacrosanta biodiversidad ( no quiero ni pensar en lo que
puede ocurrir dentro de unos años con la incipiente repoblación de
conejos en nuestros montes) y que, lamentablemente, son derivados a
un sistema de respuesta que, en muchos casos, deja bastante que
desear por su lentitud y grado de insatisfacción dada la dimensión
que la problemática está adquiriendo en estos últimos años.
En definitiva, si los daños son en lo público,
respuesta inmediata y contundente. Si los daños son en propiedad
privada, izurra hadi!.
Xabier Iraola Agirrezabala
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