Cuando el dinero no lo es todo
Decidir qué se va cenar diariamente resulta un quebradero familiar. Intentar complementar y equilibrar lo que cada uno de nosotros ha comido al mediodía fuera de casa, una tarea compleja. Hace un par de años, decidimos cenar los nuggets que tan de moda están en los establecimientos de comida rápida y tengo que reconocerles, que si no fuese por el pan rallado y por el ketchup, aquello, no hay hijo de madre que se lo coma. Dicen que era pollo. Dicen. Por otra parte, hace pocos días decidimos nuevamente cenar nuggets pero ahora optamos por nuggets caseros elaborados con la pechuga de pollo Lumagorri (pollo de caserío) que una vez troceado y pasado por pan rallado, quedan exquisitos y además, naturales. Hablando de nuggets como estamos les tengo que comentar una reciente lectura donde se informaba sobre los nuggets elaborados por la gran industria alimentaria donde una vez despiezado el pollo, se rebaña la poca carne que queda pegada al esqueleto, se congela, se