Sánchez y el lobo
A inicios del mes de febrero,
tras la celebración de una reunión de la Comisión Estatal de Patrimonio Natural
y la Biodiversidad del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto
Demográfico, en adelante MITECO, publiqué el artículo titulado “La calderada de
Teresa” haciendo alusión al potaje generado por la ministra Teresa Ribera con
la propuesta de introducir el lobo en el Listado de Especies Silvestre en
Régimen de Protección Especial (LESPRE).
Dicen que en política, muchas veces, las formas son tan importantes o más que los contenidos y creo que es casi unánime la valoración sobre las formas utilizadas e impulsadas por el propio Ministerio cuando, se convocó dicha Comisión sin haber hecho el trabajo de cocina que estos temas tan conflictivos requieren, sin haber consensuado nada con las comunidades autónomas principalmente afectadas por la población de lobo y finalmente, forzando la máquina, con empates incluidos, en la votación final de dicha Comisión.
Las formas, mejor dicho, las malas formas ministeriales y la soberbia de su titular que ningunea a todo Dios, incluso a su compañero de Gobierno, el ministro de Agricultura Luis Planas ha soliviantado a todos los afectados y tal es así, que Teresa Ribera, con el respaldo de Sánchez, ha logrado lo más difícil, concitar acuerdos y consensos entre gobiernos autonómicos y organizaciones profesionales agrarias de todo tipo de color sociopolítico.
Los gobiernos autonómicos
principalmente afectados como Castilla-León (PP), Asturias (PSOE), Galicia (PP)
y Cantabria (PRC), acompañados de otras 6 comunidades, en total 10 de 17, han
hecho piña y trabajado magníficamente en favor de su sector ganadero y de un
equilibrio medioambiental en sus territorios. Algo similar podríamos decir del
trabajo conjunto desempeñado por las organizaciones agrarias que han dejado de
lado cuestiones menores para centrarse en un asunto tan crucial para la
supervivencia del sector extensivo como es, la cuestión del lobo.
Todos, organizaciones agrarias,
comunidades autónomas y organismos como los colegios de ingenieros de montes, agrícolas
y veterinarios, han denunciado conjuntamente la actitud del Ministerio que
estos últimos meses, viene jugando, cuándo no riéndose, de todos los actores
concernidos al decir una cosa, la contraria y medias verdades, con tal de
marear a la gente y crear un ambiente de incertidumbre, donde los agentes ya no
saben a qué atenerse.
El cabreo es generalizado y la bronca tal,
que los responsables ministeriales les garantizan que paralizarán la
tramitación. Ahora bien, un día se les dice que, no se avanzará en una nueva
estrategia hasta valorar la vigente y que no se impulsará la orden de inscribir
el lobo en el LESPRE, lo que provoca la alegría de los ganaderos. Al día
siguiente, la alegría de los ganaderos se torna en tristeza de los conservacionistas
y tras una eficaz llamada a la ministra, el portavoz ministerial se desdice que
aquello de empezar de cera, ¡rien de rien! y para colmo, se publica el borrador
de Orden. Nuevamente, tristeza en el sector ganadero.
Como decía, quitando a los
conservacionistas, la unanimidad es absoluta y las reacciones, además de las ya
efectuadas, no se han hecho esperar y así, mientras la Plataforma en defensa de
la gestión del Lobo convoca a una concentración el próximo 9 de junio,
gobiernos y organizaciones analizan acudir a los tribunales.
De salir adelante lo planteado por el
Ministerio y conservacionistas, se prohibirá la caza del lobo en todo el Estado
español y, en consecuencia, los territorios colindantes con las principales comunidades
loberas (Castilla-León, Cantabria, Asturias y Galicia) sufrirán las
consecuencias de una expansión del lobo tras el previsible aumento de su
población.
Por todo ello, es compresible el
malestar y temor generado entre los ganaderos de dichas comunidades colindantes
y así se entiende, en nuestro caso, el vasco, el trabajo de UAGA en el
Ámbito de las Juntas Generales de
Araba o la moción impulsada conjuntamente por ENBA y EHNE en todos los
ayuntamientos de Gipuzkoa.
Por cierto, una moción que está
saliendo adelante en muchos ayuntamientos con el apoyo explícito de EAJ-PNV ante
la incomprensible postura abstencionista de EHBILDU. Incomprensible para mí y
para los baserritarras, aunque comprensible y lógica para aquel que casi todo
lo hace en base a cálculos electorales.
Xabier Iraola Agirrezabala
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