El irónico Bill
La semana pasada recurrí a un ejercicio de ficción para dar cuenta del malestar generado en el medio rural, principalmente entre los productores, por la creciente e imparable maraña normativa que se aprueba desde la distancia y desde la perspectiva y mentalidad urbana para su posterior aplicación en el rural. Si ese artículo de ficción disgustó a más de uno, no quiero ni imaginar lo que pensarán al comprobar cómo la carne artificial o sintética, que hasta hace bien poco era más o menos algo más propio de una película de ciencia ficción, comienza a tener visos de llegar al mercado y consiguientemente, a nuestros platos. La carne artificial es presentada a la sociedad en general como la solución ideal ante la grave crisis climática que vivimos y como uno de los pilares en la lucha contra el cambio climático puesto que, según algunos, la ganadería es uno de los grandes emisores de gases de efecto invernadero. Pues bien, los grandes fondos de inversión de escala mundial, tras h...