Hincar el diente a los comedores escolares


Quizás sea porque estamos recién empezado el veranito pero la verdad sea dicha el pulso de la actividad primaria ha bajado considerablemente y dado que mis lectores no esperan que hable del tema que copa todos los medios de comunicación, la abdicación de Juan Carlos y la proclamación como rey de su hijo Felipe con su derivada de tribunales por parte de su hermana Cristina, me tendré que centrar en mis cuestiones agrarias que es, de lo poco que sé, lo que más me gusta.

Quiero comenzar sacar a la palestra pública una cuestión que bordea los márgenes de la actualidad y es el tratamiento que ha obtenido el viaje anual que la Federación de Cooperativas Agrarias de Euskadi viene organizando los últimos años durante la primera semana de septiembre y que permite a los dirigentes de las cooperativas asociadas y diversos invitados, entre ellos los parlamentarios vascos integrados en la Comisión de Agricultura, conocer la realidad y la organización del campo de diferentes países para, en la medida de lo posible, ver experiencias positivas y aplicables en nuestro entorno y sacar otro tipo de conclusiones beneficiosas para nuestro sector primario.

Pues bien, el viaje de este año, coincidiendo con el 25º aniversario de la Federación, será a Israel con el objetivo de conocer el potente movimiento cooperativo, los kibutz y su decidida apuesta por la tecnología aplicada al sector primario y según parece, este viaje, mejor dicho el destino elegido, ha suscitado la protesta del grupo parlamentario de EHBILDU que se ha dirigido al resto de grupos para que no participen en ese viaje cooperativo y así participen del “boicot” que reclaman diversos colectivos hacia todo aquellos que tenga algo que ver con el país judío. En fin, que cada uno haga lo que estime oportuno, pero no me parece muy oportuno elevar a la refriega política un viaje de marcado carácter técnico y que no tiene, sin querer arrogarme la labor de justificar la decisión de los organizadores, pretensión alguna de justificar lo que desde el punto de vista político, muchos, podamos considerar como injustificable.

Por otra parte, ese mismo Parlamento Vasco, ha sido el escenario de una propuesta del parlamentario bildutarra Iñaki Lazarobaster, agricultor de Elgoibar y ex-presidente de EHNE-Gipuzkoa, quien recientemente llevó a la Comisión de Educación del hemiciclo gasteiztarra una Proposición No de Ley relativa a la puesta en marcha de un proyecto piloto de gestión de comedores en los centros educativos.

En su texto Lazarobaster recuerda que la existencia de una orden del 22 de marzo del 2000 que regula los comedores escolares y que su aplicación, en la práctica, obliga a los centros a trabajar con empresas de catering, cerrando las puertas a aquellos centros que, por la razón que sea, bien sea por salud, economía bien sea por comprar a los baserritarras del pueblo, deciden abrir su propio servicio de cocina en las instalaciones escolares.


No le falta razón a Lazarobaster cuando basta comprobar que unas pocas empresas de catering se “meriendan” el goloso contrato que suponen los miles de menús diarios que se reparten por todo el territorio( se habla de aproximadamente 90.000 menús). La organización de el proceso administrativo de adjudicación en lotes correspondientes a varias comarcas y el montante de los mismos hace inviable que puedan entrar pequeñas empresas en este sector y junto con ello, el predominante peso que el precio tiene en los pliegos de adjudicación unido a la ausencia total de una política en favor de los productos agroalimentarios locales hace prácticamente imposible la presencia de nuestros productos en los menús de los más pequeños.

La proposición No de Ley impulsada por Lazarobaster salió finalmente adelante con el apoyo de EHBILDU y EAJ-PNV y serán cuatro los centros que conformarán un proyecto piloto de autogestión de los comedores escolares, no obstante, al menos en mi opinión, hay que avanzar aún más en esta cuestión y permitir a todos aquellos centros que lo deseen o estimen oportuno, puedan optar por prestar su servicio de cocina bien directamente bien a través de una empresa de catering. Cada opción, como siempre, tiene sus pros y sus contras, pero desde el punto de vista agroalimentario local no hay duda que la primera opción es la más conveniente para nuestros baserritarras, sus cooperativas y para las diminutas Pymes del ramo.

Como siempre, no todo tiene que ser “calvo o cuatro pelucas”, y se puede ir trabajando en la dirección que marcan diversas organizaciones y colectivos sociales, entre los que están los sindicatos agrarios EHNE-Bizkaia y ENBA, que abogan por modificar la dichosa orden del año 2000 en pro de facilitar la autogestión de los comedores escolares por parte de los propios centros y también, sea dicho de paso, podría trabajarse una modificación en los pliegos de adjudicación para que la compra de producto local, en cuanto que producción local supone un menor transporte, menor contaminación y por lo tanto mayor respeto medioambiental, sea premiada en la baremación en el momento de calificar las propuestas de las empresas de catering.

Cuando desde el Gobierno Vasco, más propiamente dicho, desde el Departamento de Desarrollo Económico y más concretamente, su viceconsejero Bittor Oroz anda como Kixote de Ataun impulsando proyectos de cooperación e implicación de diferentes empresas, entidades y colectivos en favor del sector agroalimentario vasco, no estaría de más que desde el resto del ejecutivo le echasen una manita y en este caso concretamente que su compañera de pupitre, la consejera de Educación, Cristina Uriarte, remase en la misma dirección y consecuentemente, impulsase una reforma de la Orden del 2000 y, aguas más abajo, modificase los pliegos de adjudicación para así, abrir las puertas de los comedores a nuestros productos.

Tras las vacaciones escolares, comprobaremos si alguien ha tomado nota o si por el contrario, como será lo más seguro, el producto local seguirá siendo invisible en los comedores escolares que nutren a los vascos del futuro.


Xabier Iraola Agirrezabala

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