INCONTINENCIA



Sorpresa sería la palabra que debiera utilizar en el momento de poner nombre a la sensación que me albergó cuando una empresa de marketing, catalana para más señas, se dirigió a mí diciendo que conocían mi blog (Kanpolibrean), que lo consideraban altamente interesante y además, quizás intuyendo mi debilidad financiera, me proponían hacer negocio.
Leyendo su mensaje y trasteando por su web compruebo que esta empresa se dedica, entre otras cosas supongo, a localizar blogs o páginas web que estén dispuestas a incluir links (enlaces) con marcas, empresas, etc. que estimen oportunos y que, según su análisis, puedan encajar, de una u otra manera, con la temática que suele tratar habitualmente tu blog o web, en definitiva, tu foro de expresión particular. Obviamente, en función del número de lectores-seguidores que tengas y de la capacidad económica de la empresa sugerida-enlazada-publicitada te reportan un dinerito que, dicho sea de paso, en los días que corren, tampoco viene mal.
La primera reflexión que me surge es cómo puede ser que una empresa de marketing haya considerado interesante que un humilde blog de un torpe juntaletras como yo pueda resultar, obviamente desde el punto de vista comercial, beneficioso  para las empresas representadas por ellos.
La segunda reflexión que me vino fue, ¿cuántos de los opinadores-bloggeros que sigo habitualmente habrán entrado al juego? Imagino que si se han dirigido hacia alguien tan insignificante como yo, con más motivo que se hayan puesto en contacto con otros de mayor difusión y con mejor altavoz en cuestiones tan sectoriales y limitadas como las que yo suelo tratar (alimentación, agricultura, consumo, ganadería,…) y que por tanto serán más interesantes, o rentables, para las empresas representadas.


La tercera reflexión o cuestión que me vino es la necesidad de filtrar la numerosa información que nos llega por tierra, mar y aire, por los diferentes canales (periódico, radio, televisión, internet, redes sociales,…) para discernir lo que es información de opinión, lo que es información veraz de información sesgada y lo que es peor, lo que son informaciones y opiniones auténticas de las informaciones y opiniones interesadas que se emiten por el único motivo de cobrar por el linking (enlazar) con las marcas-empresas interesadas en vender su producto o servicio, o simplemente por mejorar su imagen, delante de los lectores que te siguen asiduamente. Quiero imaginar, quizás pecando de ingenuidad, que en mis blogs y opinadores de referencia no habrá opinadores interesados o patrocinados de forma camuflada.
La cuarta reflexión que me surge es adivinar qué tipo de empresas puede estar interesada en que yo inserte un link-enlace con su web corporativa puesto que la mayoría de las empresas que nombro es para pegarles un coscorrón o tirón de orejas y no creo que esto resulte atractivo ni para la agencia de marketing ni para la empresa representada y menos, consecuentemente,  económicamente hablando, interesante, o lucrativo, para mí.
No creo que DANONE hubiese pagado un solo euro cuando denuncié que dejó tirados a unos cuantos ganaderos navarros,  que a CARREFOUR le guste que hable de sus diferenciales de precios en la leche entre dos centros cercanos como BaB y Oiartzun o que las instituciones vascas se alegren cuando les nombro por haber servido productos foráneos en recepciones y actos públicos varios.
El que me conoce un poco sabe que sufro de incontinencia, verbal, o escritora cuando menos, y que cuando veo algo que no me gusta, disgusta o saca de mis casillas, me rebelo y no calibro demasiado las consecuencias de mis palabras y aunque muchas veces callo bastante y/o quito hierro a las denuncias por aquello de mis vínculos profesionales con la gente del campo. Por todo ello, creo que no soy del interés de esta agencia de marketing y menos aún del interés a los que pretende representar.
He pensado que, quizás, habiéndose celebrado esta semana el Día Internacional de la Croqueta ( no me negarán que hemos llegado al colmo del absurdo), que sea alguna empresa multinacional de esas que hacen croquetas con materias primas de diferentes países y que hacen las croquetas, cientos de toneladas, eso sí, de forma natural y artesana, una de esas, precisamente,  la que se haya interesado en vincularme “monetariamente” con ellos pero creo que, visto lo visto, por ahora, únicamente me voy a vincular con mi suegra (ya lo dijo mi amigo Máximo, el cura que me casó, “en lo bueno y en lo malo”) y porque a fin de cuentas es la que mejores croquetas hace del mundo, al menos, del mundo que yo conozco.
Quizás, y con esto finalizo, estimado lector, yo pienso que estoy descubriendo el Cantábrico y usted, bastante más listo que yo,  ya sabía de la existencia de estas empresas de marketing y de esta práctica del linking pero, perdónenme, a mí que soy de pueblo y bienpensado por naturaleza, me ha pillado desprevenido y me ha dejado, desconcertado.
Un día de estos le voy a proponer a mi suegra que me pague por los elogios a su cocina. No sé si la convenceré. Quizás sea más fácil llegar a un trato con los catalanes.


Xabier  Iraola Agirrezabala

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