Toda la carne en el asador



El cierre de un proceso electoral sempiterno nos ha dejado a todos los ciudadanos desfondados. Unos, lo han – hemos vivido con más cercanía dado que nos iba mucho en ello y otros con una indisimulada apatía. Las elecciones de Abril, elecciones al Congreso y Senado, las vivimos con una cierta lejanía pero las últimas, las elecciones municipales y forales, en nuestro caso, las vivimos con gran intensidad porque la orientación que fijen las nuevas corporaciones y las nuevas Juntas Generales y Diputación Foral, serán determinantes para otras cuantas instituciones o entidades (Mancomunidad de Enirio-Aralar, la Parzonería de Gipuzkoa-Araba, los órganos gestores de los Parques Naturales, etc.) que resultarán claves para mejorar, perjudicar o pasar sin pena ni gloria, por el futuro de nuestros baserritarras.
En los próximos meses o años veremos en qué dirección se mueven y nuestros baserritarras podrán valorar si la opción de gobierno elegida es la correcta para su actividad y para sus intereses. Sí, me refiero a esos intereses que los grupos conservacionistas gustan tildar de intereses particulares, egoístas, económicos, etc. pero que a la postre, no son más que los intereses de la gente que vive en y de la tierra.
Los baserritarras, algunos al menos, los más conscientes de la jugada, han puesto toda la carne en el asador y aunque a alguno de ellos, la apuesta no les ha salido bien del todo, no por ello tiene menos mérito y por eso me gustaría subrayar especialmente la actitud valiente de Ainhoa, una pastora de Amezketa que los meses de verano sube su rebaño a la sierra de Aralar y que para defender los intereses de los “malvados” ganaderos de Aralar se enfrentó a su hasta ahora propio partido y se lió la manta en la cabeza, encabezando una candidatura independiente, en la que embarcó a otro par de ganaderas, cuyo objetivo era defender a productores como ellas. El cada vez menor peso del sector primario, incluso en estos pueblos rurales, nos hace pensar la ínfima incidencia que los mensajes agrorrurales tienen en este tipo de contiendas. Aún así, mi reconocimiento a Ainhoa y su gente.
Otra que ha puesto estos últimos años toda la carne en el asador por el sector primario estatal ha sido la eurodiputada popular Esther Herranz que, tal y como auguraban las encuestas, se ha quedado fuera del hemiciclo de Bruselas y con ello, el sector primario estatal sin una aliada y curranta nata que lo defienda. Es la cara amarga de la política que no trasciende tanto pero, haberla hayla. Espero que el Partido Popular separa valorar su valía, su ingente labor en la Ponencia sobre la Reforma de la PAC  y la rescate, bien en sustitución de algún otro eurodiputado bien en otras funciones, eso sí, vinculadas a la cuestión agraria.
Ahora bien, hablando de la carne puesta en el asador, no puedo pasar por alto ....




la información recogida en el último boletín de estadística del Gobierno Vasco sobre el sector cárnico vasco (carne de todas las especies) que nos deja con las carnes abiertas, nunca mejor dicho, al comprobar que sólo el 14% de la carne consumida en Euskadi es producida, sacrificada y transformada en la propia Euskadi.
La infinidad de datos que proporciona el informe publicado y las numerosas matizaciones y particularidades del mismo, nos pueden llevan a una maraña de datos que nos confundan puesto que tenemos muchísima carne que se produce fuera y se sacrifica y transforma aquí, otra muchísima que se trae sacrificada y transformada para su comercialización final por empresas comercializadoras vascas y la hay también, bastante menos, carne vasca que sale para mercados exteriores.
Arrimando la lupa observo que del consumo total, como decía al inicio, tenemos un 14% (producida-sacrificada y transformada en Euskadi), y tenemos otros porcentajes menores donde alguno de los eslabones se hace aquí o fuera pero cabe destacar que, en su conjunto,  un 67% de la carne consumida es importada directamente para su consumo en la propia Euskadi.  Este porcentaje de carne importada oscila entre el 60% de la carne consumida en hostelería y el 71% de la consumida en hogares.
Por otra parte, se destaca que el 62%  de la producción cárnica propia (aproximadamente 36.000 toneladas) se destinan a la industria, aún así, esta producción autóctona sólo supone el 65% de la carne sacrificada en nuestros mataderos y el 37% de la utilizada por la industria transformadora que, como era previsible, recurre a un 63% de carne importada para atender a sus necesidades.
En conclusión, tenemos una densa y pujante industria cárnica sustentada principalmente en carne importada bien directamente bien pasando por matadero local (eso que alguno llamaría “matadero-trampa”) bien a través de comercializadoras con nombre euskérico para pescar en río revuelto, mientras el sector productor mengua a consecuencia de un consumidor, en teoría, obsesionado por la calidad pero en realidad muy pendiente del precio. Surgen unas pocas luces en el firmamento cárnico (la cooperativa Harakai-Urkaiko. Lumagorri, Basatxerri, la apuesta de algunas cadenas por la carne local, los carniceros encuadrados en Basque Label Harategiak, …) pero la verdad es que necesitamos más y más estrellas que iluminen nuestro firmamento.


Xabier Iraola Agirrezabala

Comentarios

chifus ha dicho que…
entrevista a Iglesias desp del 26M https://www.youtube.com/watch?v=qR_TvOC5IeU
Fernando Fernandez Such ha dicho que…
Me gusta las cosas que dices y como las dices. Lo de Ester Arranz es una pena la verdad. Pero pasa en todos los partidos. En el mío sin ir mas lejos las dos personas que podríamos haber defendido con dignidad los intereses del sector en la comisión de agricultura y desarrollo rural ibamos tan atrás que era imposible salir. En definitiva. En este momento salvo Clara Aguilera, no veo a ningún eutodiputado español que tenga claro como defender los intereses del sector agrario, pero tampoco del pesquero, ni del mundo rural.

Entradas populares de este blog

Desesperados

Como pollo sin cabeza

JOKIN, un aliado del caserío