Soy consciente de que, en mi último artículo, publicado a mediados del mes de Julio, me despedí de ustedes hasta el mes de septiembre, porque como comprenderán, uno, necesita de descanso mental, sobre todo, cuando como en mi caso, estamos hablando y escribiendo siempre obre la misma temática, sobre el caserío, la producción primaria y la alimentación. Hoy, me veo obligado a romper mi promesa, puesto que necesito sacar la rabia que me alberga y que quema mis adentros, al ver que una persona tan buena, cercana y admirable como Jokin Perona, diputado foral de Hacienda en la Diputación Foral de Gipuzkoa, ha muerto a consecuencia de un atropello cuando iba en bici por carreteras de Zamora acompañado por uno de sus hijos. Vaya por delante mi más sincero y fuerte abrazo a su familia y a todos sus compañeros del gobierno foral y de su partido político. Ahora bien, imagino que muchos de ustedes se estarán preguntando a qué viene esta reseña de una persona como yo que tanto vivencial...
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