Este domingo, los baserritarras se la juegan
Hoy
en ocho, domingo 25 de mayo, la Unión Europea tiene una importante
cita electoral para determinar la composición del Parlamento Europeo
en el periodo 2014-2019 y por ello, todos los ciudadanos, pero muy
especialmente los baserritarras y habitantes del medio rural saben, o
al menos debieran saber, que tienen una cita ineludible con las urnas
puesto que la Unión Europea es decisiva en su día a día, en su
actividad agraria y en casi todo lo relativo al desarrollo rural de
los pueblos, pequeños como el suyo, y del futuro de este tipo de
territorios.
Europa,
como se suele decir comúnmente para no tener que especificar si uno
se refiere a la comisión, al parlamento o a nosequé institución u
organismo, nos especifica qué y cómo cultivar y/o criar, los modos
de trabajar, los controles que hay que pasar, los estándares de
calidad de nuestras producciones, los mínimos de bienestar animal,
qué tipo de inversiones impulsa y cuáles no, las líneas de
desarrollo rural que fomenta, etc. y por ello, los habitantes del
medio rural y entre ellos muy especialmente los productores
agropecuarios deben ser conscientes que la Eurocámara, tras la
adopción del Tratado de Lisboa, asume un papel protagonista, a
través de la codecisión, en la toma de decisiones en el seno de la
Unión Europea, con un importante incremento de responsabilidades y
compromisos de cara al ciudadano europeo.
Por
ello, los baserritarras y sus convecinos deben participar activamente
en la cita del domingo próximo y optar por la fuerza política que
mejor le represente, analizar las propuestas electorales,
particularmente las relativas al sector primario y al desarrollo
rural y, en función de las mismas, elegir su opción de voto.
Sé
que casi nadie lo hace y que, normalmente, nadie suele leerse los
programas y que, frecuentemente, nos fiamos del partido al que
votamos habitualmente y en caso contrario, optamos por aquel otro que
nos trasmite buenas vibraciones o cuyo candidato principal nos cae
bien o porque le hemos oído un mensaje que nos ha calado.
Personalmente,
no me fío un pelo de aquellos candidatos o partidos políticos que
se me aparecen únicamente en campaña, incluso en la eterna
precampaña, interesándose por mis cuestiones o por mis problemas y
es por ello que he decidido dar un paso adelante y leer los
diferentes programas, aunque, por cuestiones de tiempo y espacio, voy
a ceñirme a los cuatro grandes que no son otros que EAJ-PNV,
EHBILDU, PP y PSOE.
EAJ-PNV
, con la actual europarlamentaria Izaskun Bilbao como candidata,
presenta un programa que comienza reivindicando el respeto a las
competencias plenas en materia agraria para aplicar la PAC de la
mejor manera posible. Apuesta por una PAC que
garantice
y desarrolle un sector agrícola europeo basado en la calidad y que
preserve los métodos de producción tradicionales y sostenibles, al
tiempo que proteja su riqueza productiva. Fomentar las cadenas cortas
de comercialización para las producciones locales de calidad y
propiciar la máxima incorporación del sector productivo a la cadena
de valor de las producciones primarias.
Habla
de empoderamiento del asociacionismo y cooperativismo, extremo recelo
en el etiquetado y en el mantenimiento de las denominaciones de
origen tradicionales, al igual que aboga por la introducción de las
nuevas tecnologías en la gestión y comercialización mientras, por
el contrario, defiende la prohibición de cultivos de Organismos
Modificados Genéticamente.
EHBILDU,
con el novel Josu Juaristi como candidato, en un breve apartado,
alude al concepto de Soberanía Alimentaria como leitmotiv para
hablar de modelo de producción ligado a la tierra y la salud de las
personas frente a las actuales directrices neoliberales europeas
vinculadas a los intereses de las empresas transnacionales y
finalmente, propone premiar a aquellos productores, industrias y
distribución que se sitúen dentro del modelo correcto.
PP,
con el inefable Cañete como candidato, sitúa a los agricultores en
un entorno de probabilidades para crecer y competir en un contexto de
tendencias como el
crecimiento de la población a nivel mundial, el aumento de la
preocupación por el uso de los recursos naturales, y una
globalización cada vez más acusada del comercio internacional,
incidiendo por ello en la eliminación de barreras a la exportación
y en la reciprocidad de condiciones para las importaciones, asimismo
aboga por impulsar la biotecnología, el relevo generacional,
mecanismos de regulación de mercado rápidos y eficaces, destacando
su apuesta por un mecanismo de regulación que permita afrontar
cualquier crisis tras la desaparición de las cuotas lecheras.
El
PSOE, finalmente, con el donostiarra Ramón Jáuregui como segundo en
su lista presenta un Manifiesto titulado “Hacia una nueva Europa”
donde la única mención a la agricultura se hace en su apartado
titulado “Una vida sana y segura para todos” que recoge lo
siguiente: “Protegeremos
los derechos de los y las europeas a disfrutar de alimentos,
productos y entornos seguros. Reconocemos el papel estratégico de la
agricultura y la pesca en nuestras sociedades y queremos promover un
desarrollo rural sostenible y próspero”.
Llama
la atención la coincidencia en los planteamientos tanto de EHBILDU
como del PSOE en el enfoque teórico sobre la agricultura asociándolo
al concepto de salubridad y seguridad alimentaria. Esta coincidencia
es lógica en partidos que se autoubican en la izquierda, si bien, la
izquierda abertzale integra toda su filosofía en el manido concepto
de Soberanía Alimentaria que no se sabe si están hablando a nivel,
local, de país o europeo, como alguna vez ha defendido algún
sindicalista de su cuerda en sede parlamentaria.
La
visión económica de la actividad agraria prima el programa del PP,
quizás en exceso, mientras el programa jeltzale busca un equilibrio
entre la visión económica y la faceta social y territorial
compaginado la sostenibilidad económica con la medioambiental y
social.
Yo,
personalmente, lo tengo claro. Allá ustedes con su voto.
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