Los tuppers de mi suegra
Hace
un mes aproximadamente el Ministerio de Agricultura publicaba el
Informe sobre Consumo Alimentario en el año 2013 cuyo principal
titular-conclusión era la confirmación de un repunte, un pírrico
0,6%, alcanzando el gasto total en alimentación los 101.250 millones
de euros. Dice el Ministerio que se ha roto la tendencia al descenso
de los dos años anteriores, -1,8% del 2010 al 2011 y del -1,3% del
2011 al 2012 pero se le olvida destacar que ya en el año 2010 el
gasto total era de 103.830 meuros, por lo que podemos constatar lo
que me decía un responsable de una cadena de distribución, el
consumo global en kilogramos/litros se mantiene pero desciende el
valor de dicho volumen de compra.
Igualmente,
en un primer acercamiento a la cuestión comprobamos que mientras el
gasto en alimentación dentro del hogar (69.225 meuros) sube en un
2,4% el gasto extradoméstico es de un descenso del 3,1%. Tendencia
que podemos comprobar, personal y diariamente, si uno alterna con
asiduidad y observa que hay mucha gente paseando por la calle pero
muy pocos dentro de los establecimientos. El famoso PPP (paseo,
pipas, playa) que se decía en Laredo.
Por
lo que respecta al gasto en el hogar, el crecimiento es fruto de un
pequeño crecimiento en consumo (+0,8%) al que hay que añadirle un
incremento en el precio de los alimentos adquiridos (+1,6%) por lo
que podemos decir que frente a una bajada en el alterne se da un
incremento de ciertos caprichitos para soportar las interminables
horas frente al televisor, sólo o en compañía de los amigos.
El
incremento en gasto es similar tanto en alimentación fresca (+2,1%)
como en el resto de la alimentación (+2,6%) si bien, atendiendo a la
composición de la cesta de compra, vemos la disparidad de
comportamiento con las frutas y hortalizas con un 28% del volumen
pero con un 17,2% del gasto, la carne con un 7,9% del volumen y un
22,1% del gasto y la leche con un 11,2% del volumen y un 8,3% del
gasto. La leche, una vez más, es considerado por la distribución un
alimento banal, excelente reclamo comercial y por ello, figura en
todos los escaparates y folletos publicitarios a un precio
(0,58-0,60) con el que difícilmente se puede obtener rentabilidad
para el eslabón más débil de la cadena, el ganadero.
Bajando
más la lupa observamos que si bien el consumo total de carne
desciende en un 0,1%, en cuanto a la carne fresca constatamos un
descenso del 4,5% en vacuno mientras crece el conejo y sobretodo el
insípido pavo. En cuanto al consumo de fruta fresca el descenso
general del 2,2% no permite ver que dicho bajonazo es debido
sobretodo a un descenso en manzanas, mandarinas y peras mientras que
la subida del 1,8% en las hortalizas frescas se debe, principalmente,
a un incremento en las judías verdes, calabacines, cebollas y
zanahorias.
Siguiendo
con los diferentes productos, observamos que el consumo de leche sube
un 1,1%, si bien la leche de larga duración sube un 1,3% mientras la
de corta duración desciende un 6,2% y si miramos por variedades, la
leche semidesnatada se impone con una subida del 4,2%. La clara
apuesta del consumidor por la leche de larga duración, por mucho que
nos pese a los que creemos que la leche fresca sería un arma
defensiva extraordinaria para los ganaderos frente a importaciones a
bajos precios, es clara y rotunda y fácilmente constatable en
nuestro entorno si nos fijamos en la silenciosa pero impepinable
“muerte dulce” a la que están sometidas las maquinas
expendedoras de leche pasteurizada que algunos baserritarras, con la
mejor de sus intenciones y particular empeño, pusieron a lo largo y
ancho de la geografía vasca, atendiendo a los cantos de sirena de
los vendedores de maquinas (por cierto, los únicos que ganaron
dinero) y seducidos por la vaselina suministrada a modo de ayudas por
ingenuos políticos. En fin, es un asunto con el que no cabe
alegrarse pero que debemos constatar para no volver a cometer errores
de tal índole y concentrar nuestras fuerzas en un proyecto
cooperativo, KAIKU, que sirva para todos, o casi todos.
La
cuota de mercado de los canales de compra es otro de los factores a
destacar en dicho informe puesto que dicho estudio nos revela que la
alimentación fresca se comporta de diferente manera y se concentra
en el comercio especializado (fruterías, tiendas de barrio, etc.)
que sube 20 puntos porcentuales en alimentación fresca frente al
total de alimentación mientras los hipers bajan un 6%, supermercados
un 11% y los discount un 8%. Este comportamiento desigual, en mi
opinión, es la justificación de la carrera de éstos últimos por
el producto fresco y , a poder ser, por el producto fresco local.
El
factor de elección de establecimiento para la compra de alimentos
vuelve a ser la calidad con un 64,1% frente a los precios (55,3%) o
la proximidad del establecimiento (47,(%) con un importante
incremento de 12 puntos porcentuales con respecto al 2012 y que, a mi
personalmente, se me hace inexplicable si atendemos a las pautas de
consumo que veo a mi alrededor y al ver que, incluso marcas
alimentarias prestigiosas como Danone, fijan el precio como reclamo y
cómo, tras proclamar a los cuatro vientos que ellos no fabricaban
marca blanca para ninguna distribuidora, se ha visto forzada a sacar
al mercado una segunda marca, Gervais, de menor precio con el que
atender la demanda de un segmento que opta, crecientemente, por la
marca blanca.
Finalmente,
una mención a la evolución del consumo por tipo de hogar
constatando que si bien tres grupos (jubilados, parejas con hijos
pequeños y parejas con hijos de edad mediana) suponen el 54% de la
población, destacan el mal comportamiento de los jóvenes
independientes con un descenso del 6,3% con respecto al 2012 mientras
el incremento se concentra en los hogares monoparentales (+2,8%) y en
los jubilados (+2,5%). No es que los jubilados se atiborren y hayan
descuidado su dieta sino que son compras con las que rellenar los
tuppers “semanales” con comida para hijos-as y lo digo, sin
rubor, por experiencia propia y en caso de duda, gustosamente se lo
corroborará mi querida suegra Ana Mari que, dicho sea de paso,
cocina bastante mejor que los pesados masterchefes que inundan la
pantalla.
Comentarios