Los alimentos del gobernador

Hoy día de Santo Tomás y cuando usted esté leyendo el periódico, manchado por la grasa que se le escapa del bocadillo de txistorra, vengo a aguarle la fiesta y atiborrarle, no de buenos alimentos, sino de datos estadísticos sobre los alimentos que consumimos en el día a día.

Pues bien, quisiera hacer mención al Informe 2014 sobre Producción, Industria, Distribución y Consumo de Alimentación en España elaborado por MERCASA y que fue presentado el pasado 25 de noviembre en Madrid.

Mercasa es una empresa pública de la Administración del Estado, cuyos accionistas son la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI) y el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, a través del Fondo Española de Garantía Agraria (FEGA) y que, casualmente, está presidida por Eduardo Ameijide y Montenegro, viejo conocido de la política guipuzcoana puesto que fue nombrado Gobernador Provincial en marzo de 1997.

Este hombre, de porte altivo y aristocrático, acompañó a la ministra Isabel García-Tejerina en la presentación de este Informe que resulta ser la biblia para todos aquellos que quieran conocer las estadísticas de consumo alimentario bien sea por comunidades autónomas, tipo de productos, canales de comercialización, etc.

Analizando los Paneles de Consumo Alimentario y teniendo en cuenta que se trata de un Informe elaborado con los datos cerrados a 31 de diciembre de 2013, constatamos que del total del gasto en alimentación y bebidas, 101.250 millones de euros, un 68,4% corresponde al gasto en los hogares mientras que el restante 31,6% proviene del gasto en hostelería y restauración. Osea, de cada 100 euros en alimentación, 70 nos los comemos y bebemos en casa y 30 fuera de casa. Eso sí, mientras el gasto doméstico ha subido en un 2,4%, destacando con un crecimiento del 4,3% el gasto efectuado en el formato de supermercado, el gasto fuera del hogar ha mermado, aún más, en un 3,1%.

Entrando más a detalle, el informe nos revela que el gasto por persona en alimentos y bebidas para consumo en el hogar se cifra en 1.524 euros, osea, 127 euros al mes. En la demanda de alimentación de los consumidores españoles priman los productos frescos; así pues, la carne supone un 22,1% sobre el gasto total con 337,1 euros en los 53,5 kilos per capita consumidos; las patatas, frutas y hortalizas frescas un 17,2% con 103 kilos de fruta fresca, 88 de hortalizas y patatas y 13,4 kilos de fruta transformada ; los pescados un 13,1%; y, el gasto en pan alcanza el 5,7%.

Al mismo tiempo, también se configuran como partidas relevantes en el gasto alimentario la leche y derivados lácteos (11,8% sobre el gasto total) con 75,8 litros de leche y un gasto de 53 euros mientras los derivados alcanzan los 125 euros y un consumo de 35,8 kilos, los productos de bollería y pastelería (4,1%), el aceite de oliva (1,8%) o los platos preparados (3,3%).

Por comunidades autónomas, Euskadi deja bien patente su afición a la gastronomía y al buen comer puesto que con 1967 euros de euros per capita supera ampliamente la media estatal que está en 1524 euros y queda, a años luz, de los 1272 de Castilla-La Mancha. Mirando el tipo de productos, los vascos destacamos en el consumo de pescado, 36,9 kilos frente a los 26 de la media estatal, y en frutas frescas, con 133 kilos frente a los 103 de la media; en vino, doblamos la media estatal, 8 litros frente a los 4 de la media estatal y en carne, ligeramente superiores a la media con 58 kilos frente a los 53 de la media.

En Euskadi, nuestros baserritarras, principalmente los ganaderos tienen que hacer frente a un consumo menguante tanto de carne como de leche líquida con una evolución a la baja, sostenida en el tiempo y sin visos de remontar, por lo que habrá que abordar al consumidor final con productos derivados y elaborados que le hagan la vida más cómoda y que satisfagan sus necesidades, o mejor dicho, sus prioridades teóricas de bienestar, salud y calidad de vida.

Termino, haciendo un llamamiento a los lectores-consumidores para que estas fiestas navideñas opten por nuestros productos y agasajen a sus familiares y amigos con una mesa donde no falten el pollo de caserío, el cochinillo (Basatxerri), conejo (me comentan que los productores de conejo lo están pasando muy mal por lo que es momento apropiado para apoyarles), cordero lechal de Euskadi y no de Aranda, un buen estofado de carne de vacuno (Label a poder ser) y de postre, manzanas reinetas asadas o queso Idiazabal o mamia y, cómo no, todo ello regado por un buen txakoli (les aconsejo el espumoso Eugenia de la bodega Txomin Etxaniz de Getaria), sidra o un Rioja, alavesa, por supuesto.

Xabier Iraola Agirrezabala